Especial 7. Problemas en el Paraíso

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Clint camino por las calles de su pacifica ciudad, por fin había acabado su jornada laboral, debido a la cercanía de su trabajo con su hogar regreso a pie, mientras avanzaba se detuvo en una florería, donde compro un ramo de violetas para su esposo, su hermoso omega había estado últimamente de mal humor, así que quería entregarle un agradable detalle, después de todo, su esmeralda merecía el mundo y mucho más.

Cuando entro a casa inhalo el delicioso aroma de su amante, cada habitación en la casa olía a Bruce, a sus deliciosas feromonas y al estar en cinta, era el doble de delicioso. Quería besar sus mejillas, llenar de besos su hermoso vientre, deseaba tantas cosas no aptas para menores... Pero al estar conteniéndose -debido al embarazo- temía lastimar a su amado omega.

Dejo el ramo de en un floreo y se fue en la búsqueda de su esposo, siendo guiado por las feromonas de Bruce.

Al entrar a la habitación, donde se desprendía con mayor intensidad las feromonas de su omega, Clint observo de inmediato a su pareja, este estaba descansando en la cama matrimonial, aparentemente molesto, pues, porque no estaba dormido y notablemente le estaba ignorando, ya que habitualmente le recibía con un beso en la mejilla y un cálido abrazo, algo que claramente decidió no hacer esta vez, y la vez anterior, y la anterior.

Era consciente de que el embarazo de su omega alteraba sus hormonas, pero la cuestión es que su angelical esposo ahora se había vuelto una tierna bestia gruñona. Y aunque la verdad le gustaba el cambio, -pues ahora hacía berrinches como un niño pequeño y le parecía adorable- él quería besar esos adictivos labios, acariciar la piel de su esmeralda y con ese humor no lograba acercarse demasiado.

—Bruce ¿Ahora que sucede? —cuestiono Clint con una voz relajada, había evitado hacer preguntas, porque su omega solía enfadarse porque él no sabía el motivo de sus rabietas... bien, su pareja parecía haber olvidado que el en el circo no fue mago.

— ¿Por qué debería suceder algo? —pregunto Bruce molesto, sin darse la vuelta para mirar a su esposo.

—Cariño... Te aseguro que no he hecho nada malo, ahora dime tú, ¿acaso hice algo o dije algo para que te molestaras conmigo?

— ¿Por qué asumes que estoy enojado? —pregunto Bruce.

Clint suspiro, no estaba haciendo una rabieta, Bruce ahora estaba furioso.

Se sentó en la cama, miro la espalda de su omega, si lo veían de ese lado nadie notaría que ese omega gruñón esperaba gemelos.

—No me digas que hablaste con Loki, acaso te metió en la cabeza alguna de sus locas ideas.

—Loki dijo que estaba embarazado. —menciono Bruce con un tono neutral.

—Enserio, ¿Y eso es malo por? —cuestiono Clint.

— ¡No es malo! —exclamó Bruce con enojado.

—Bien, bien, vamos avanzando... —hablo Clint con tranquilidad. —Ahora dime, ¿En qué momento te molestaste conmigo? dime, ¿Acaso Loki te dijo alguna cosa sobre los partos?, como por ejemplo que te dolerá mucho y ahora me maldices... Dime cariño, porque si es así, te aseguro que asumo la responsabilidad. —menciono Clint.

—Loki dijo que Thor miró a otra chica estando con él en la fiesta del viernes.

—Y eso... ¿En que se relaciona conmigo? —cuestiono Clint, intentando recordar si había hecho alguna estupidez como esa.

Después de todo se había emborrachado y en ese estado no era muy consciente de sus acciones, aunque estaba seguro que él había estado en todo momento con Bruce, ya era de los borrachos jugosos, y por eso Bruce siempre estaba con él en las fiestas.

Un Amor De Corto PlazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora