Capítulo 8

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La familia de Steve se había enterado de la unión que ahora la pareja poseía, obviamente se alegraron por esto, realizando una pequeña celebración, con los amigos más cercanos, donde fueron de visita Bucky junto a su hijo Jack y su omega Sam, los cuales Tony ya conocía. También una alfa pelirroja llamada Natasha Romanov  y Scott Lang  un alfa, que iba junto su pareja, la omega llamada Janet Van Dyne.

La cena se destacó por tener a un radiante omega que presumía su marca, mientras que Steve lucia orgulloso y contento, pues a diferencia de los amigos de Tony, los suyos se colocaron felices por su relación, no veían algo malo en la mordida, respetaban la decisión y la apoyaban.

Tony se divirtió hablando con los amigos de Steve, todos tenían grandes conocimientos tecnológicos, lo que le recordaban a las pláticas que mantenía con su hermano de la ciencia, al que extrañaba demasiado, pero el al ser orgulloso, no busco a sus amigos, no quería que le arruinaran su momento de felicidad, pues luego de su última charla, le quedó muy claro que sus amigos no entendían sus sentimientos.

Para cuando finalizo la fiesta Tony fue invitado a quedarse a dormir en el hogar, el omega obviamente acepto feliz de compartir el lecho junto a su alfa. Rápidamente Tony se quedó dormido, agotado luego de la tarde maravillosa que compartieron en familia, vestía una camiseta blanca de Steve, junto a un pantalón del alfa, que a Tony le quedaban grandes, pero para Steve, su omega lucia encantador de esa forma.

Steve en cambio se quedó despierto observando a su omega, sintió como sus manos picaban, así que se levantó de la cama y busco en uno de los muebles su libreta de dibujos.

Se sentó frente a la cama, en un enorme y cómodo sillón de un hermoso color café. Mantenía la libreta entre sus piernas, dibujando muy concentrado a su bella musa, que dormía abrazando una almohada. Aunque luego de una hora, Tony se comenzó a remover en la cama, debido a que extrañaba el calor de su alfa.

—Steve ¿Qué haces? D-debes descansar. —susurró Tony algo somnoliento.

—Es un buen ángulo y me siento bien Tony.

—Steve...

—No me trates como un bebé ¿Está bien? Solo estoy dibujando.

—Eres el niño más desobediente del mundo. —Steve le miro serio. — ¿Que? Prefieres ser tratado como el mayor... bien. ¡Papi ven a la cama!

Steve sonrió. —Espera un poco, terminare de dibujar.

Tony observo a su amante, lucia mejor, la enfermedad era así, habían días buenos, días malos, días horribles y en algunas ocasiones momentos en los que Steve parecía revitalizado como ahora.

—Bien, te tomare, una foto.

—No me gustan las fotos.

—Tú me estas dibujando, te tomare una foto. —Y lo hizo.

Steve sonrió, continuo dibujando a su pareja.

—Ven a la cama ¿sí? —rogó Tony intentando seducir a su novio.

Steve se levantó con calma, hasta que llego al lecho, donde estaba esperándole un ángel.

Se recostó al lado de su omega, este, aunque tenía sueño, le había esperado despierto, aunque era evidente que estaba por quedarse dormido.

—Steve te amo. —dijo Tony medio dormido.

—También te amo Tony. —comento Steve, besando la nuca de su omega.

Las manos de Steve comenzaron a moverse expertamente por las curvas del omega, masajeando el trasero suave de Tony.

—Steve... aunque me muero por morder la almohada, estoy cansado... —dijo el omega.

Un Amor De Corto PlazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora