Capítulo 11

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Steve se sentía tan cansado, su cuerpo estaba delgado, se agotaba incluso de estar recostado en la cama, hace mucho que no había podido dibujar, el dolor era insoportable junto con las variadas incomodidades que tenía que soportar... ¿Tal vez morir era la solución a todo?

El tiempo pasaba y la enfermedad no tenía piedad, luego de la boda, la cual disfruto con su hermoso omega, los síntomas comenzaron a agravarse, todo empeoro cuando regresaron de la luna de miel, luego de esa tarde, todo se volvió peor, bastaron unas pocas semanas para convertirlo en un hombre amargado que se quejaba de todo en la vida, aunque no podían quejarse de su nueva actitud ante la vida, estaba viviendo el infierno en vida.

Los dolores ahora eran intensos, en ocasiones sangraba, otras veces era invadido por comezones insoportables por toda su piel, porque el sufría de cáncer de piel, se encontraba en el estado más grave que podía, estaba desahuciado y nada parecía mejorar en su vida. Estaba harto de tanta medicina la cual debía tomar solo para clamar los dolores que se volvían insoportables.

Miro como Tony hablaba por teléfono con Pepper, su omega también estaba más delgado, mierda, pero como se arrepentía de marcar a Tony, por su culpa la vida de su omega se acabaría también, él lo sabía, todos lo sabían y se odiaba por eso.

Suicidio, era una palabra que rondaba su cabeza a cada momento del día, en la noche no lograba dormir bien, se sentía exhausto, se sentía como un verdadero inútil, un alfa fracasado que no era capaz de cuidar de su omega.

Tony de pronto miro a su alfa, el omega debido al lazo podía sentir las emociones de su alfa, y tenía tanto miedo, miedo porque no sabía cómo enfrentar esto... Steve desde hace un tiempo estaba con un pésimo humor, no era el gentil alfa que conoció, era gruñón, se negaba a alimentarse, como también evitaba estar junto a él.

—Steve no te rasques más, tu piel esta enrojecida... —pidió el omega, se acercó a su alfa, liberando su aroma para tranquilizarlo.

—Tony puedes dejarme solo... por favor —pidió el alfa.

—N-no... No lo haré... por favor Steve, quiero estar contigo. —Steve miro a Tony, el omega parecía estar a punto de llorar.

—Entonces, ¿Me regalarías un beso? —Tony le miro, algo dudoso, se sentó en la cama, se acercó a su alfa, donde le entrego un casto beso en los labios.

—Estoy bien Tony, por favor déjame solo, quiero descansar. —Tony miro a su alfa, se comportaba de una manera tan fría con él.

—Pero...

—Tony por favor necesito privacidad.

—Está bien Steve... Pero si me necesitas, solo tienes que llamarme.

—Lo se Tony, ha sido lo mismo desde hace un tiempo atrás.

—No olvides que te amo Steve. —dijo Tony, antes de abandonar la habitación.

No quería incomodar a su alfa, era lo que menos deseaba, pero el pensamiento suicida de su alfa le comenzaba a aterrar, porque no sabía qué hacer si su alfa se colocaba mal, porque aunque era un genio, cuando las cosas comenzaban a colocarse mal, el miedo le aterraba que incluso le impedía moverse... Se sentía tan inútil.

 Se sentía tan inútil

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Un Amor De Corto PlazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora