La ayuda de Kirishima

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(Pov. Izuku)

Abrí los ojos lentamente, ya que la poca luz que se colaba por las rendijas de mi persiana me molestaba un poco. Solté un pequeño bostezo y me rasqué los ojos para a continuación intentar abrirlos completamente.

Me desperecé y al fin mi cabeza comenzó a funcionar. ¿No estaba con Kacchan hablando en el suelo de la sala común cuando terminamos de limpiar? ¿Que hago en mi habitación?

Me levanté de un salto de la cama y agarré el movil que estaba en el escritorio.

-¡¿Como?!-exclamé al mirar la hora-la 13:00 del medio dia...

Mis compañeros no llegaban hasta las 14:00, asi que salí apresuradamente a los pasillos y a paso rápido me dirigí a la habitación de Kacchan.

Una vez en su puerta, suspiré y toqué dos veces.

No hubo respuesta, asi que volví a tocar dos veces más.

-¡Voy joder!-escuché desde su puerta.

Me reí y acto seguido abrió con una cara de pocos amigos. Una vez me vió su expresión cambió a... ¿mejor? Eso me pareció.

-Ya decia yo que el pelo mierda o cualquiera de los otros inútiles no tocarian a la puerta-dijo mietras se adentraba de nuevo a su habitación.

-Además, aun falta una hora para que lleguen, Kacchan-le dije desde el marco de la puerta.

-Tch, da igual-contestó sentandose en su cama y cogiendo su movil-¿vas a pasar o no?

-¡Ah, si!-dije con nerviosismo mientras entraba y cerraba su puerta.

Caminé hasta su cama y me senté a su lado. Lo que le queria preguntar era rápido, asi que tampoco me iba a demorar mucho. La verguenza que me daba estar aqui junto a él era extrema, por eso queria no intentar quedarme mucho más.

-Emm, Kacchan, recuerdo que me quedé dormido cuando nos tumbamos en el suelo...-dije mientras jugueteaba con mis dedos.

Mientras, el rubio me observaba con su mirada color carmesí, una mirada demasiado suave para ser él.

-Me preguntaba... ¿como he llegado hasta a mi habitación?

-Te llevé yo, nerd, no es dificil de adivinar-contestó con una leve risa-me sabia mal despertarte ya que me dijiste que anoche no dormiste bien, te cargué a mi espalda y te tumbé en tu cama... simple.

En cuanto oí todo aquello mis mejillas comezaron a quemar. Aparté la mirada y él me miró con media sonrisa y una ceja levantada.

-Gracias Kacchan-le dije sin mirarlo-al menos he podido descansar una hora más gracias a ti.

Él solo suspiró y se tumbó en su cama.

-No las des, tonto-dijo tapandose la cara con su brazo.

-Bueno, me voy a ordenar mi cuarto, nos vemos a la hora de comer.

-Adios, pelo arbusto-dijo soltando una carcajada.

-¡Que no me llames asi!-contesté haciendo un puchero.

A continuación salí de su cuarto y al cerrar la puerta solté un largo suspiro y el corazón casi se me salió por la boca.

Kacchan me habia visto dormido, que verguenza -aunque ya me vió dormido de pequeños, pero no es lo mismo-, y encima cargó conmigo hasta mi habitación.

Intenté calmarme y caminé lentamente hacia la sala común para ver si habia quedado limpia.

Vaya que si, estaba reluciente y el olor a limpio invadió enseguida mis fosas nasales.

Siempre has sido tú  {Bakudeku} (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora