Siempre has sido tú {Bakudeku} (Terminada)

Encerrados

(Pov. Omnisciente)

-¡Vamos, mocoso!-chilló el de ojos carmesí cogiendo de la mano al menor con total suavidad y echando a correr.

Ambos salieron los primeros.

Aquel suave gesto, viniendo de Kacchan, le revolvió el estomago al menor y tembló como gelatina de pies a cabeza. Pensó que se caeria en cualquier momento.

-¡Se me olvidó decirlo!-dijo chillando desde la puerta del aula su profesor-¡no se pueden utilizar los quirks para ir más rápidos!

Todos bufaron mientras corrian con su pareja y dejaron de utilizar su poder, lo que los ralentizó.

Izuku y Katsuki tenian suerte de que el lugar que les habia tocado estaba muy cerca de la academia. Eso si, al estar cerca y tardar menos en llegar, estaba claro que los altavoces iban a estar mejor escondidos.

-Vale, llegamos... ahora hay que afinar bien el jodido oido, Deku-dijo este cerrando los ojos para concentrarse mejor.

Estaba colaborando con él, de manera totalmente pacifica. No como aquella vez que ambos tenian que cooperar para vencer a All Might en un examen y él simplemente le rechazaba cada dos por tres.

Estaba totalmente impresionado, pero lo que más le impresionaba en ese momento era que...

Sus manos se habian entrelazado al echar a correr y aun no se habian separado.

Izuku observó a su compañero con un sonrojo de mil demonios, viendo como este estaba desde hace 20 segundos con los ojos cerrados, concentrado en los sonidos.

-Creo que escucho algo por-dijo abriendo los ojos y mirando al peliverde-¿qué mierda te pasa?

Alzó una ceja y vió como los ojos esmeralda brillosos miraban hacia abajo, a un punto fijo.

Este siguió su mirada totalmente confundido, y al fin se dió cuenta de lo que estaba sucediendo.

"Mierda, ni me dí cuenta", pensó el rubio mientras también se le subieron rapidamente los colores.

Entonces, aquel pequeño demonio de las explosiones, lejos de soltarse, armó valor para picar un poco al pecoso.

-¿Que...no te gusta?-dijo acercandose peligrosamente, viendo de cerca esas esmeraldas que cada vez le volvian más loco.

El peliverde no retrocedió, sino que lo miró fijamente a aquellos ojos rojos y tragó saliva mientras el sonrojo no desaparecia de su rostro.

Esos ojos le envolvian, eran simplemente preciosos, parecian un mar de fuego.

-No es eso K-Kacchan, es solo que...-musitaba el menor con gran verguenza.

Pero no pudo acabar, ya que el sonido de un bebé llorando les hizo dar un salto y separar ambas manos.

-¡Vamos, Kacchan!-exclamó Deku echando a correr para que asi el rubio no le viese más esa vergonzosa cara toda roja.

"Este nerd...", pensó Katsuki soltando una media sonrisa y siguiendolo al instante.

-Usemos los quirks para ir más rapido, Deku-dijo el de ojos carmesí alcanzandolo y yendo a su lado.

-Dijo Aizawa que no. Respetemos las normas, Kacchan-dijo este, intentando respirar y hablar bien al mismo tiempo.

-Nah, me la comen las normas-escupió el rubio con una sonrisa superior.

Y justo cuando iba a utilizar su quirk, el peliverde lo detuvo.

-Mira Kacchan-dijo señalando una esquina del pasillo donde se encontraban-esas camaras no estaban antes, las ha puesto sensei para pillarnos haciendo trampas.