Siempre has sido tú {Bakudeku} (Terminada)

¿Vamos a ver los fuegos?

(Pov. Omnisciente)

Izuku abrió los ojos lentamente. 

La tenue luz de la mañana que se colaba por las rendijas de su persiana le hicieron despertar. 

Se levantó pesadamente, pero dió un pequeño tambaleo y todo se nubló por un segundo. 

Pensó que caeria al suelo, pero consiguió estabilizarse a tiempo.

Bajó la persiana con lentitud y volvió a su lugar de origen. Sabia que no debian ser más de las ocho de la mañana, asi que aun le quedaba un buen rato para dormir. 

Aunque la cabeza no le iba a dejar hacerlo. 

-Ay...-susurró, mientras que con sus manos se masajeaba la sien-como duele...

No lo pensó dos veces y se volvió a levantar, pero esta vez a por su botella de agua y a por una pastilla. 

Y vaya por dios, la botella estaba totalmente vacia.

Suspiró y se dirigió hasta su puerta.  

Se puso lentamente sus zapatillas de estar por casa con diseño de All Might y salió con total cuidado al pasillo, pues no queria despertar a nadie y menos con la noche que debieron pasar. 

Si él estaba asi, no queria imaginar a los que bebieron más. 

"¿Qué pasó anoche...?", se preguntó el pequeño mientras caminaba a pasos lentos hacia la cocina, "siento que es algo importante pero mi cabeza no para de dar vueltas... tengo que tomarme la pastilla para poder pensar con claridad..."

Miró su pequeña botella de agua (también con diseño de All Might) e intentó recordar, pero la cabeza le dió un leve pinchazo y tuvo que parar de hacerlo. 

Al fin llegó a la sala común, y lo que vió lo dejó sin palabras. 

La mayoria de sus compañeros estaban alli durmiendo. Unos tirados en el suelo, y otros en el sofá.

Kaminari era uno de los que estaba en el suelo, con su cabeza apoyada en el pecho de Kirishima, el cual estaba debajo de él. 

Mina estaba comodamente en el sofá, aunque con Mineta casi encima de ella. La pobre ni se dió cuenta de eso.

Deku quiso hacerle un favor y levantó a Mineta con un solo brazo, dejandolo en el suelo. 

Los dejó seguir durmiendo y caminó hacia la cocina. 

Una vez alli, rellenó su botella y, poniendo la pastilla en su lengua, tragó con mucha dificultad. 

Siempre se le habian dado mal, las odiaba. 

Volvió a su habitación, esta vez con un poco más de rapidez, pues ya estaba un tanto despierto. 

Cuando llegó, dejó la botella en su escritorio y se tumbó de nuevo en la cama mientras observaba el oscuro techo. 

Le comenzó a entrar el sueño de nuevo y cerró los ojos lentamente. 

Pero de pronto los abrió de golpe. 

-¡¿BESÉ A KACCHAN!?-exclamó, dandose un buen tortazo al caerse de la cama. 

"Ay, mi espalda...", pensó, mientras se sentaba en el suelo. 

Pero en seguida se olvidó de ese dolor. 

-¿De verdad... besé a Kacchan?-susurró.

Se llevó su dedo indice al labio inferior, y lo rozó con delicadeza. 

Recordó como el rubio ceniza lo mordió anoche con suavidad y un escalofrio recorrió todo su cuerpo.

Su sonrojo no se veia a causa de la gran oscuridad de la habitación, pero podria jurar que era uno de los más notables que habia tenido. Sin contar todos los que tuvo anoche, claro.