Duelo de Idiotas || MoSeok ✔

trente

Dedicado a DahgiBT

Por más que uno quisiera que el tiempo se detuviera por unos momentos lo único que podía hacer era avanzar y uno debía avanzar con el o estar atascado en los recuerdos del pasado.
Desde la vez que recibí el mensaje de Jung HoSeok tuve que desintalar la aplicación tratando se volver a cerrar el ciclo que tenía con él. Sí, eso era lo que tenía que hacer.
Cada paso que daba un recuerdo nuevo invadía mi mente. Como la vez que fuimos ChaeYoung, TaeHyung y yo al parque de diversiones antes que él regresara a China, ese día estuvimos tan mareados de subirnos a tantos juegos que en todo el camino de regreso a casa estuvimos vomitando.
Seguí caminando pasando por una florería junto con hermosos ramos de flores, como los que había recibido en mi graduación de la secundaria, recuerdo que hasta JeongIn me había regalado un globo enorme donde me felicitaba. Esa vez me tomé fotos con todos mis amigos aun siendo de grados inferiores por que sabía que los extrañaría aunque mantengamos contacto.

—Noona~ espero que pueda ser feliz— me dijo el castaño con una sonrisa sincera. Lo abracé tratando de aguantar las lágrimas, por más sencillas que fueran las palabras eran tan significativas para mí. Ellos sabían que mi primer año en la secundaria me dejó marcada, por más que yo quisiera siempre terminaba recordando esa temporada.

Mis manos se aferraban a la correa de mi bolsa mientras seguía caminando por la calle, desde que había ingresado a la universidad no me había dado un tiempo para caminar a solas conmigo misma. Con mis dedos traté de peinar los cabellos rebeldes en una chongo antes de seguir caminando por la calle.
Pase por una cafetería deteniéndome unos minutos enfrente de ella mientras que jugaba con mis pies, aunque tenía miedo que mis tenis blancos se terminaran manchando.

—¿Cuál es tu tipo de sangre?

—Soy A.

De manera inconsciente sonreí, ese había sido nuestro primer encuentro. Solté un suspiró antes de seguir caminado de largo siguiendo la calle mientras acomodaba las mangas largas del suéter tejido que traía puesto. Cada vez que dan un paso para avanzar retrocedía cinco. Múltiples veces traté de salir con otros chicos, pero terminaba comparándolos contigo, sentía que nadie podía igualar aquella calidez que tú me transmitías.
¿Habías comido? ¿Dormido bien? ¿se te ha hecho pesada la carrera que elegiste? ¿me extrañas? Agité mi cabeza al pensar la última pregunta, eso sería lo menos probable.

Me detuve en frente de la librería de segunda mano que una vez compartí con H... Él. Me sequé el sudor de mis manos en mi falda larga antes de inhalar aire para poder entrar. Hace años que no venía aquí, el anterior chico que estaba a cargo lo habían cambiando, tal vez por que siempre dormía. Caminé entre los pasillos mientras que mis dedos rozaban con los lomos de los libros de loa estantes hasta llegar al final donde aún se encontraban los domos algo desgastados. Inconscientemente me encontraba sonriendo al verlos. Me acerqué a tomar algunos. Al momento de tomar el primer manga tuve la necesidad de voltear a mi izquierda, al hacerlo pude sentir mi corazón saliendo de mi pecho. Mis manos se quedaron paralizadas mientras que él también me miraba sin decir alguna palabra.

Sentía un nudo en mi garganta mientras mis piernas empezaban a sentirse débiles. Tomé el primer manga que miré de reojo para poder irme con más rapidez. Me senté en una de las mesas del fondo tratando de leer el manga que había tomado.
Después de unos minutos sentí como alguien se sentó enfrente de mí, alcé mi vista encontrándome con una cabellera pelinegra algo despeinada. Ese suéter de cuello de tortuga le quedaba bien y mucho más el color verde militar, vi como alzó su mirada mientras que yo intente volverme a enfocar en el manga.
Él de su mochila sacó una leche de durazno vegano poniéndole un sorbete y poniéndolo en frente de mí en cambio el sacó otro pero esta vez de leche de banana antes de leer su manga.