• . ˚ * ━━ 𝐒𝐓𝐀𝐈𝐍
❝Las manchas que adornaban sus camisas eran diferentes; las de él eran de café derramado y las de ella de quemaduras accidentales de cigarrillos. Sin embargo, las manchas en sus cuerpos combinaban perfectamente con las mordedur...
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T R E N △▽△▽△
El reluciente tren rojo, liberando humo en la atmósfera que parecía llevar miles de recuerdos de Hogwarts con él, se detuvo en la plataforma. Los dientes le aplicaron un fuerte tirón en el labio a Freya mientras lo hundía más allá de la carne cubierta de pintalabios, los pensamientos sobre su disminución del tiempo en la escuela que se había convertido en uno de sus lugares favoritos en el mundo llenaron su mente.
Sorprendentemente, nadie interrumpió estos pensamientos. De hecho, fue el silencio que cayó sobre su oreja izquierda lo que le llamó la atención. La pelirroja balbuceante finalmente había detenido la historia de sus planes de verano y en su lugar estaba enviando una mirada acalorada en dirección a James. El niño con gafas estaba bastante lejos, tantos pasos que no podía ver el blanco de sus ojos. Sin embargo, esto obviamente no detuvo el ceño fruncido que adornaba la frente de Lily.
Los pocos días después del partido de Quidditch fueron similares a este. Freya se vio obligada a elegir la compañía de su novio, que se sentaba junto al resto de los Merodeadores en la cena; o acompañar a Lily, que se sentaba con sus compañeros de cuarto lo más lejos posible de James. Su tiempo estaba dividido: desayuno con Remus, cena con Lily.
Aunque realmente no había hecho nada, tampoco se había disculpado. Asumió que si lo hacía, Lily lo olvidaría con un encogimiento de hombros, pero el orgullo era algo realmente poderoso. Fue el único sentimiento que evitó que James admitiera sus errores.
Entonces allí estaba ella, levantando las cejas hacia Remus y enviándole una pequeña sonrisa, pero sin caminar a su lado. Si se fuera, Lily no la seguiría y nunca escucharía el final.
—Vamos a buscar un compartimento. —su amiga agarró la muñeca de Freya. Su cuerpo fue arrastrado por la puerta del tren, ahora abierta, deteniéndose solo momentáneamente por un niño pequeño frente a ellos con una maleta bastante grande.
Finalmente encontraron uno, y uno bastante vacío. Marlene y Mary se deslizaron por la puerta también, uniéndose a ellos con sonrisas y un puñado de dulces variados. Ella apoyó la cabeza contra la ventana y se preguntó qué traería el verano. Después de pasar la prueba de aparición, técnicamente ahora podía llegar a cualquier lugar que quisiera con facilidad, seguido de un ligero dolor de estómago. Desafortunadamente, ella sabía que idea de azotar su varita y desaparecer de la casa de sus padres frente a sus ojos no sería la mejor manera de comenzar las vacaciones, por lo que mantendría la magia al mínimo.
Era extraño cómo el tiempo parecía pasar por momentos, pero cuando lo miras hacia atrás, desearías poder revivir esos momentos determinados. Con el parpadeo de sus ojos azules, una imagen pintada de sí misma con el sombrero seleccionador parecía aparecer en su mente. La robusta prenda que gritaba "¡GRYFFINDOR!", antes de ser retirada en cuestión de segundos del corto cabello rubio que cubría su cabeza.
