EMPTY [EUNHAE]

11. Necesito volver a oírte

— ¿Cómo estás? — preguntó Hyukjae a pesar de que, sabía, no recibiría una respuesta.

Se sentó junto a la cama para mirarlo un rato. Allí estaba la gota de esperanza que le había llegado en tiempos oscuros, era triste ver cómo incluso esa persona, a quien más atesoraba, estaba sufriendo, y ni siquiera sabía si era por su culpa.

Era una metáfora de su vida: su gota de esperanza estaba secándose.

Miró con detenimiento la habitación, quiso apreciar cada detalle, pronto habría que trasladarlo, aunque le gustaría llevarlo al lugar más caro y cómodo, por su seguridad tenían que ingresar a un hospital de bajo perfil.

Ya que estaba allí, lo mejor sería comenzar a averiguar el papeleo para la transferencia. Esperaba que Jongwoon encontrara un buen hospital pronto, aunque querer hacer ese trámite él mismo, en ese momento, también era un forma de huir. Al terrible y temido Lee Hyukjae se le desgarraba el corazón cada que entraba en esa habitación, Jisung había confirmado la razón por la que no dejaba entrar a nadie a su vida. Perderlas dolía como el infierno.

Hyukjae se quedó mirando el calendario en la habitación. Odiaba el tiempo, era tan relativo y engañoso. Hacía cerca de un mes que Jisung estaba en esa cama y él no lograba recordar todo lo que había hecho en ese lapso. Volvió la vista hasta él, ¿por qué le había tocado esa suerte?, de todas la cosas que podían pasarle, de todas las personas que pudieron haber lastimado, ¿por qué tenía que haber sido él?

Estaba a punto de entrar en un vórtice de pensamientos cuando una doctora entró a la habitación.

— Oh... hola. Sólo vengo a monitorear su condición.

— Adelante, ¿es necesario que salga? — preguntó Hyukjae.

— Para nada. Es una revisión de rutina. Me alegra ver que tiene visitas frecuentes.

— ¿Muchas personas vienen a verlo?

— No muchas, pero hay un par a la semana, siempre pasan un rato en la habitación. A pesar de que él no es consciente, el sentido del oído aún está activo y su cerebro es capaz de retener esa información, cuando despierte, la información puede aparecer en forma de sueño o recuerdo de algo muy lejano, según su inconsciente lo haya decodificado. Además, estimula el cerebro, sirve como terapia.

— ¿Cuándo despierte? ¿O sea que si va a despertar?

— Ha evolucionado gratamente. Los temas neurológicos y cerebrales son un misterio. Pero puedo asegurarle que tiene un 70% de probabilidades de despertar.

— Eso me dijeron hace un mes. — Se desanimó Hyukjae.

— Es verdad que el otro 30% produce terror, pero créame cuando le digo que su progreso es favorable. Nuestras expectativas son altas.

Hyukjae ya no dijo nada más y se quedó reflexionando sobre ello. Aun cuando la balanza se inclinaba al lado correcto, tenía bien sabido que alegrarse antes de tiempo volvía todo más doloroso. Él no podía elevar sus expectativas tanto, pues la caída sería insoportable.

Seguiría atado a ese treinta por ciento hasta que pudiera pensar en otra cosa, Jisung tenía que despertar, tenía que hacerlo. Pero, estaba consciente que era altamente probable que no lo hiciera y tenía miedo. Miedo de no soportarlo, miedo de desmoronarse hasta que no quedara nada. Aunque, desde Junsu, poco le faltaba.

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Hyukjae mentiría si dijera que ese fin de semana había descansado. Se sentía hecho trizas y le dolía toda la espalda. El agotamiento emocional era más poderosos que veinticuatro horas en un gimnasio y lo odiaba.