18. Recuperación

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Donghae se sentía sumamente aliviado, un peso se había retirado de su estómago y ni siquiera sabía que lo tenía allí. Pensó, una vez que su hermano contestara el teléfono, lo único que recibiría serían regaños, pero no fue así. En realidad, Donghwa sólo estaba preocupado por su decisión tan repentina de marcharse de EEUU. Sin embargo, se sentía tranquilo sabiendo que Donghae tenía a Siwon cerca, hablaron un poco de todo lo que ambos se habían perdido mientras estaban lejos, distanciados e incomunicados, pero el ocupado trabajo de su hermano los obligó a terminar la llamada con la promesa de comunicarse más seguido. Liviano y contento, Donghae miraba a toda la gente que iba y venía del club donde trabaja Kyuhyun, ninguno realmente atractivo o que valiera la pena.

— ¿Vas a tardar mucho en salir? — preguntó Donghae a su amigo.

— Hae, son las once de la noche, mi turno termina a las tres de la mañana.

— ¡Estoy muy aburrido y Sehun no responde mis llamadas!

— Pues busca un nuevo ligue. Yo estoy atrapado en este sitio por muchas horas más — y antes de que cualquiera pudiera continuar, un cliente hizo que Kyuhyun se fuera a atenderlo, obviando su punto.

— Cuidate — gritó el castaño y salió del club. De todos modos, no había nada para él allí.

No sabía nada de Hyukjae desde su último encuentro y eso lo tenía enfadado, le picaba el orgullo porque le había mandado un mensaje que el otro ni siquiera se molestó en recibir, además, Sehun tampoco estaba respondiendo, ni a los mensajes ni a las llamadas y Donghae no sabía por qué de pronto habían desaparecido.

Gracias al buen ánimo que le había otorgado su llamada con Donghwa, le dieron ganas de comenzar a planear: buscar un trabajo, hacer un curso de algo, quizá un viaje en motocicleta por Seúl, planeado en secreto, para que Siwon sólo tuviera oportunidad de gritarle cada vez que llamara para avisar que había llegado a su siguiente destino, podría ser una buena idea.

Un viaje planeado, donde pudiera tomar fotografías y recorrer sitios desconocidos, seguro eso le haría bien, le ayudaría a ordenar el desastre en quien se había convertido, y de paso, podría poner un gran final a su camino errante de los últimos años. Conseguir una meta.

Con un sin fin de pensamientos en su cabeza y una sonrisa escondida por el casco, llegó hasta el edificio donde vivía Siwon, quizá también sería una buena idea conseguir un piso para él solo. Vivir aparte, pero cerca de la gente a quien amaba; el sueño que se vio frustrado cuando partió lejos. Todas esas ideas implicaban una toma concienzuda de decisiones con respecto a su futuro, si es que aún planeaba tener alguno.

Apenas bajó la velocidad de la motocicleta para adentrarse en el estacionamiento, reconoció el auto de Sehun yéndose de allí. En lugar de seguirlo, se apresuró a entrar al edificio, y sinceramente, Donghae no estaba listo para nada de lo que vio cuando descendió de la moto: Hyukjae tenía la cabeza gacha un cabestrillo sobre su brazo y un par de vendoletes en la cara, sin mencionar la cantidad de moretones que lucía su blanca piel.

Los ojos de Donghae se abrieron como platos y ambos se quedaron mirando en silencio por un largo rato.

— ¿Qué diablos te pasó? — preguntó Donghae saliendo de su shock.

— Un accidente de auto — respondió Hyukjae, lacónico.

El castaño volvió para mirar el Porsche que seguía estacionado donde mismo, con los mismos daños de siempre. Después de comprobar levantó una ceja con incredulidad. Hyukjae negó con la cabeza y como si le costara trabajo hablar dijo

— Sabes que hay miles de autos, ¿no?

— Ya lo sabía, eres un pésimo conductor. — se burló Donghae, tratando de ahuyentar la incomodidad del ambiente.

EMPTY [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora