43. La otra cara de la moneda: parte 1

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Cuando secuestraron a Donghae, éste iba de camino al único lugar que en 15 años lo había hecho sentir seguro: los brazos de Hyukjae. A pesar de que el día había ido de maravilla, la tarde se había arruinado por completo, porque lo único predecible es que la vida puede ser impredecible. Vaya paradoja.

— Ni hablar, Donghae. Regresarás a Estados Unidos esta misma semana — le dijo Siwon.

— ¿Qué estás diciendo? — preguntó el castaño, consternado.

— Lo que oyes...

— Siwon — retó Donghae

— No sé quién es ese sujeto, en realidad y tú tampoco lo sabes. Lo que sí sé es lo que está pasando entre ustedes e inevitablemente te pondrá en peligro. Lee Hyukjae es parte de uno de los clanes más poderosos y sanguinarios en el país, Donghae. Niégalo, si no es cierto.

— Las cosas no son como tú piensas, escucha...

— Estás volviendo a caer en esos ciclos destructivos y no voy a permitirlo. Ya hemos pasado por esto antes — interrumpió Siwon furioso.

— No es nada de eso. Hyukjae no es quién tú crees, el clan sí, pero yo no corro ningún peligro allí porque...

— ¿Que tu vida no corre peligro? ¡Son mafiosos, Donghae! ¿Entiendes siquiera la gravedad del asunto?

— La entiendo mejor de lo que tú crees — respondió Donghae enojado por las interrupciones y recordó la razón de por qué jamás había compartido con su mejor amigo dicha información — Hyukjae no es diferente de ti o de mí, Siwon, sólo sus circunstancias fueron diferentes, desfavorables...

— No lo defiendas, es lo opuesto a nosotros, ni tú ni yo hemos caído tan bajo. No hay dinero mal habido en nuestros bolsillos, ni sangre manchando nuestras manos. Si está dentro de esa organización debe ser por algo. ¿Es que no te das cuenta del problema en que te estás metiendo?

— ¿Alguna vez te preguntaste cómo se crean las fortunas de los grandes millonarios?

— De arduo trabajo — contestó Siwon firme.

— Los mafiosos también son millonarios, amigo. No sólo los empresarios.

— Pero los empresarios no despojan, ni matan gente para conseguir sus riquezas.

Donghae río sarcásticamente,

— ¿Estás seguro que no lo hacen? — preguntó directo.

— ¿Eso qué tiene que ver ahora? Estamos discutiendo tus inocentes vínculos con un delincuente, vínculos que se terminarán ahora mismo.

— ¿Sabes que puedo tomar mis propias decisiones?

— Llamaré a Donghwa y volverás de donde no debiste salir. Todo iba mejor cuando...

— No puedes decidir por mí, nadie te pidió que lo hicieras.

— ¡Es por tu bien, carajo! — le gritó Siwon. El primer grito en su amistad.

Y Donghae explotó. Por su bien le habían jodido la vida.

— ¡Vete a la mierda! — le gritó de vuelta y salió furioso de su departamento.

Siwon trató de darle alcance, pero cuando estuvo afuera el elevador ya se había cerrado; bajó rápidamente por las escaleras pero lo único que alcanzó a escuchar fue el rugido de la maldita máquina monstruosa abriéndose paso por la avenida.

Donghae se incorporó a la autopista y aceleró, aceleró tanto que el viento comenzó a arder cuando tenía contacto con sus manos sin guantes. La sudadera que llevaba puesta no era suficiente para la cantidad de frío que sentía y el maldito casco comenzaba a empañarse debido a las lágrimas. No quería tener un accidente, a pesar de todo, no quería morir. No aún.

EMPTY [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora