EMPTY [EUNHAE]

45. Tiempo

Después de haber sido reverenciado por todo el clan, Donghae volvió un par de días más al hospital, simplemente para asegurarse de que estaba completamente recuperado. Los Owls heridos en su rescate estaban gozando de su incapacidad en casa y no había más gente afectada por aquel episodio desafortunado, salvo los responsables del mismo, quienes sufrían de castigos lo suficientemente perturbadores como para no ser descritos.

Luego de aquello, Lee Donghae asumió el cargo de Gran Líder a tiempo completo, llegaba a la oficina al amanecer y se iba muy entrada la noche. El día consistía en ponerse al tanto de todo, planear las renovaciones del clan, autorizar proyectos, castigar faltas leves y adiestrarse en el arte de dar al blanco con armas de fuego, además de tratar de reactivar su cuerpo. A veces tenía que elegir los aparatos de tortura que empleaban para atormentar a los tres bastardos que seguían cautivos, sobre todo a Junghwa, Donghae no era para nada fan de esas tareas, sin embargo, de vez en cuando era obligado a asistir a aquellas reuniones, pues también necesitaba fortalecer el estómago y los nervios.

Por las noches fumaba cigarros con sabor a fresa, bebía zumos de frutas frescas y a veces preparaba postres ligeros, aquello era lo único que le consolaba cuando las pesadillas lo obligaban a despertar. Kyuhyun estaba preocupado por sus malos hábitos de sueño, pero Donghae no era capaz de explicarle lo mucho que odiaba dormir, las imágenes que le asaltaban eran demasiado aterradoras, sin mencionar que no quería preocupar demasiado a su amigo.

Siwon, después de una larga charla sobre quién era Donghae, decidió mantener su distancia, pues había pedido tiempo para asimilar la noticia de que uno de sus mejores amigos estaba, ahora, al frente de una organización criminal y él, con sus buenas costumbres, tardaría en procesar. Donghae y Kyuhyun esperaban silenciosamente a que volviera, pues lo echaban de menos.

Yunho y Donghae se volvieron cercanos en tiempo record. Lo miraron como retomar su amistad desde donde la habían dejado, aunque pasaron años. Yunho era un recordatorio de la vida feliz que Donghae tuvo en familia alguna vez, sobretodo porque con el líder Ivy podía recordar las dotes culinarias de su madre y Yunho aún conservaba regalos que ésta le había hecho. Le sentaba muy bien reconciliarse con su pasado.

Continuaba saliendo algunos fines de semana con Sehun a diversos clubes, además, se había vuelto visitante frecuente de su oficina, a pesar de que Donghae lo obligaba a irse pues interrumpía su trabajo. El líder Fox insistía en que debía seguir adelante, respirar y tratar de olvidar, de otra manera, las facturas de la falta de sueño le llegaría muy altas, pero Donghae no podía hacerlo, a pesar de que lo intentaba.

Después de lo que se antoja como mucho tiempo con su nueva vida, el Gran Líder Owl se encontraba en su oficina hundido en trabajo, posterior al destape de la cloaca que Junsu había hecho crecer, necesitaban irse con extremo cuidado en todo momento si quería volver a articular el clan, limpiando cualquier rastro de inmundicia. Donghae se entregaba a su trabajo como una forma de evadir el mundo que lo esperaba afuera.

Otro día cualquiera, se encontraba tan absorto en sus investigaciones que no se dio cuenta de que alguien irrumpió en su oficina.

— ¿Por qué no has ido a visitarlo? — preguntó Jisung.

— ¿Qué haces aquí? — cuestionó Donghae sorprendido, ya que el menor aún llevaba el cabestrillo sobre el hombro.

— Necesito saber por qué no lo ha ido a ver — exigió el pequeño Owl.

— ¿A qué te refieres?

— Hyukjae estuvo preso aquí, luego en su casa, cuya dirección conoces, se reinstaló a sus actividades hace tiempo, sin embargo, tú y él no se han encontrado ni una sola vez, ¿por qué?