EMPTY [EUNHAE]

44. La otra cara de la moneda: parte 2

— Pensé que odiabas el nombre de Aiden — preguntó Jungsoo cuando tanto él, como Donghae estaban de regreso en el hospital.

— Lo odiaba, pero Hyukjae me conoció así y después de oírlo tanto me acostumbre.

— Viviste quince años en el extranjero, ¿no es tiempo suficiente para acostumbrarte?

— Cállate, Jungsoo. Sabes de qué hablo — Donghae rodó los ojos

— Tengo la impresión de que estas charlas te ponen nervioso — bromeó el mayor.

— No me gusta hablar de mi vida privada — admitió Donghae y decidió cambiar de tema — Yo ya cumplí la primera parte del trato, ahora me toca a mí hacer las preguntas.

— Responderé lo que pueda — dijo Jungsoo.

— No. Se acabó de la información a cuenta gotas, responderás a todo lo que pregunte.

— Haremos el intento, entonces.

— Yunho. Dios, extrañaba hablar con él, también debí contactarlo cuando volví...

— Me alegro que no lo hicieras, habríamos estado en serios problemas — interrumpió el mayor.

— ¿Por qué? Es decir, tal parece que no tú y él han perdido contacto.

— Lo hicimos, volví a interactuar con él gracias a Sehun. Ese niño no conoce las restricciones y se las arregló para que los Foxs mantuvieran relaciones diplomáticas con los Owls y con los Ivy. Fue allí cuando me di cuenta de que tenía agallas y podía confiar en él. Sehun no nos juntó por mero capricho, su plan es aliar a los tres grandes clanes. A pesar de ello, decidí mantener un perfil bajo, la ruptura de relaciones comerciales soltó un montón de rumores. La traición de uno de nuestro miembros quebró la confianza ciega que había en el clan y reanudar mi cercanía con Yunho habría sido fatal. Si tú lo hubieras contactado, ahora mismo todo sería un desastre, uno mayor de que lo parece ser.

— Con la traición, ¿te refieres a Junsu?

Jungsoo miró fijamente a Donghae y se preguntó internamente si Hyukjae le había contado aquello.

— Necesito saber qué tanto sabes del clan, de las cosas por las que atravesó y todo lo que es ahora. De éste modo será más fácil avanzar.

— Sé todo lo que estaba en la bella carpeta que me mandaste hace años. Aún te odio por eso, por cierto. Hyukjae me contó cosas, inferí otras, pero hasta ahí. Sigo teniendo muchas dudas y soy consciente de la cantidad de secretos que guardas, así que además de tus respuestas, cuya procedencia dudaré siempre, necesito más carpetas de investigación.

— ¿No que no estabas interesado en el clan? — preguntó el mayor, curioso.

— No lo estoy. Se trata de mi vida, quiera o no soy hijo de Donghil, él era el rey de la mafia junto al papá de Yunho. Soy una víctima de aquello, desde mi fachada de niño rico, la muerte de mi madre, mi exilio, el supuesto suicidio de mi padre, hasta mi extraña relación con Hyukjae. Todo eso tiene un origen y son los Owls, así que necesito conocerlos completamente. Y si lo estuviera, igual estoy en mi derecho, de hecho, es mi legítimo derecho. Comencemos a dejar todo claro.

— Vaya, yo creí que ayer estabas actuando, pero veo que puedes ser alguien realmente fiero. Me agradas, Hae, pero no puedo darte las carpetas.

— ¿Por qué no?

— Es información confidencial del clan. No puede salir ni de sus instalaciones, ni de su Base. Eso ocasionaría muchos problemas.

— ¿Y por eso cruzaron el océano hasta otro continente hace diez años? — refutó Donghae.