- ¿Te has hecho daño con el espejo?
Niego con la cabeza y le enseño mis brazos.
- Solo unos rasguños - Él intenta tocar mis tatuajes y yo aparto la mano. - A todos los que les toca les hace daño.
- Son increíbles.
- Cambian de color, aún no entiendo por qué.
- ¿Y qué es exactamente lo que puedes hacer?
- No lo sé muy bien, cuando me enfado hago cosas, o cuando lo deseo con mucha fuerza, pero no lo controlo. ¿Qué quieres que haga?
- No lo sé, intenta...
Escuchamos un ruído agudo, como un grito. Nos miramos el uno al otro. El sonido proviene del baño, corro y abro la puerta, es ella otra vez, saliendo del espejo del lavabo.
Killiam se queda mirando estupefacto.
- Creo que es mejor idea darle con algo en la cabeza y matarla, o deshacerte de todos los espejos de tu casa, pensé que daría menos miedo, si te vas con ella algo malo te puede pasar, no me da buena espina...
Chilla con más fuerza, mis tímpanos van a esplotar. Y mi brazo izquiero empieza a dolerme tanto que caigo al suelo.
Sale poco a poco del espejo y veo cómo se acerca a mí, Killiam se pone delante de mí sly saca una navaja de su bolsillo de atrás y se lo clava en el estómago, entonces ella retrocede, se va por donde ha venido y todo vuelve a la normalidad. Mi dolor cesa.
Killiam me ayuda a levantarme.
- ¿Por qué llevas una navaja?
- Para matar demonios que salen de espejos.
- No es gracioso.
- Lo sé. ¿Vamos a comer a algún sitio y nos olvidamos de esto aunque sea por un par de horas? - dice sonriendo.
- Está bien, gracias.
- ¿Por qué me das las gracias?
- Porque estás aquí a pesar de todos los sucesos paranormales que me rodean.
- Para eso están los amigos. Llamaré a Kev y a Sabela.
Caminamos hasta un restaurante, Kev y Sabela nos están esperando.
Nos saludamos y entramos. Mientras que pedimos nuestros almuerzos, Sabela nos cuenta que hoy por la tarde tiene un partido.
- ¿Vais a poder venir a verme? - pregunta.
- Yo iré.
- Gracias Alana.
- Y nosotros también - dicen a la vez Killiam y Kev.
Me lo he pasado bien porque no hemos hablado de mí, sino de aventuras que ellos vivieron en el pasado. A mí también me gustaría poder recordar.
A las cuatro de la tarde, vamos al pabellón de nuestro instituto, donde van a jugar al voleibol. Es un partido mixto, y Sabela tiene más músculo que muchos chicos que juegan con ella.
Le deseo suerte, pero Kev le dice que gane.
- No pasa nada si no gana - le digo.
- Ganar es lo único importante, quien diga lo contrario es un perdedor.
- Kev, mira, es Marc - señala Killiam - vamos a saludarlo - guárdanos el sitio Alana.
Ellos van a saludar a un chico pelirrojo que también va a jugar, pero tiene la ropa del equipo contrario.
Yo me quedo esperándolos y abrochando correctamente mis botas.
- Hola Alana, ¿qué te trae por aquí? No sabía que te gustaba el voleibol. Bueno, claro, supongo que vienes a aprender, porque juegas de pena - levanto la cabeza y veo a Jade, la chica presumida de pelo moreno con flequillo.
- He venido a ver a Sabela.
- ¿Ya te has curado de tu otitis interna piantonal?
- No - le contesto secamente - y es contagiosa así que yo que tú no me acercaría.
- Pues Killiam estaba muy cerca tuya - Suspiro. Qué pesada - ¿Sientes mariposas en el estómago cuando lo ves? Porque si es así, bebe agua y ahógalas.
- ¿Pero qué dices?
- Lo que escuchas, me voy.
Está loca.

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Sairy
FantasySi no sabes qué eres ni de dónde, ¿cómo vas a encajar con la gente "normal"? ➡➡Historia escrita por mí ©⬅⬅