- No sé si recuerdas que nosotros no hacemos buenas obras.
- No son buenas obras, es su hija y es por el bien de la humanidad - les reprocha Jiaim.
- Nosotros no podemos hacer nada.
- ¿No hay ninguna forma de contenerme? ¿Algún lugar donde encerrarne? - pregunto.
- ¿Hay alguien más con vosotros?
Negamos con la cabeza los dos a la vez.
- Más os vale - nos advierre - seguidnos.
Caminamos por los inmensos y oscuros pasillos de este tétrico lugar. Por algunos recovecos veo como algunas personas nos observan con caras de hastío y molestia, como si les hubiéramos hecho algo de lo que deberíamos estar arrepentidos.
Jiaim me agarra de la mano fuertemente, como si tuviera miedo de que en cualquier momento fuera a soltarme y salir corriendo. Lo miro, me mira, no hay palabras, no sé si es buena señal o no que no pusieran muchas objecciones a la hora de ayudarnos.
- Tomad asiento - dice mi padre señalando unos bancos de color acero.
Nos sentamos y observo la estancia. A simple vista parece un simple y enorme comedor con una mesa cuadrada de seis metros en el centro, pero si observas un poco más te das cuenta de que aquí guardan algo más.
Mi madre, bueno, vamos a llamarlos por sus nombres, no sé por qué me acuerdo, pero lo hago: Kanlia y Steve. Kanlia introduce un código en el saliente de una pared y esta se abre lateralmente hacia la izquierda.
Estoy temblando, y Jiaim lo nota, por lo que intenta tranquilizarme:
- No te va a pasar nada, estoy contigo.
Pero realmente no tengo miedo de lo que me pase a mí, sino lo que le pase a él o a los que tengo alrededor.
La puerta conduce a un pasadizo subterráneo únicamente iluminado por unas pequeñas antorchas que le dan un aire antiguo y misterioso. Kanlia anda delante y Steve detrás nuestra.
- Hemos llegado - anuncia Kanlia después de haber caminado casi un kilómetro - antes de nada quiero informaros que solo os ayudamos porque a nosotros nos perjudica, pero tampoco estamos seguros de que vaya a funcionar. Hemos vivido esto una vez en la vida, y nosotros no nos ocupamos de ello. Te encerraremos en esta jaula de dos metros de alto por tres de ancho echa de sangre de demonio e hierro, esto en teoría tendría que retenerte.
- En teoría... - digo por lo bajo.
- Y después - continúa Steve - tendrás opción de beberte o no esto - señala un frasquito azul con pintas verdes - creemos que esto podía sanarte, reduciendo tus poderes al mínimo de forma que no sean tan peligrosos.
- ¿Entonces por qué no se lo bebe ya? - pregunta enseguida Jiaim.
- Porque, chico listillo, como todo medicamento tiene sus efectos colaterales y en este caso sería la muerte.
Jiaim se queda pálido y retrocede los dos pasos que antes había avanzado para hablar con mi padre.
- Me lo tomaré - digo firmemente - mi muerte y la de los que me rodean está asegurada si no hago nada, así que así será mejor.
- Sairy...
- Me llamo Alana - le obligo a callar colocando mi mano sobre su boca.
![](https://img.wattpad.com/cover/23690255-288-k851203.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sairy
FantasiSi no sabes qué eres ni de dónde, ¿cómo vas a encajar con la gente "normal"? ➡➡Historia escrita por mí ©⬅⬅