Sairy

Capítulo 5

- ¡Alana, Alana! - grita Killiam mientras zarandea mi brazo.

Yo no respondo porque apenas lo escucho. Tira de mí y me saca del aula. Por fin cesa la música.

Me obliga a que lo mire a los ojos y me pregunta una y otra vez si estoy bien. Yo asiento.

Ahora sale a fuera Jade, una chica de largo pelo moreno con flequillo caminando con sus altas cuñas y dirigiéndose a Killiam:

- ¿Qué bicho le ha picado a esta? - exclama mirándome por encima del hombro.

Killiam sigue mirándome, no le contesta.

- ¡Killiam! ¡Te estoy hablando! - grita con voz chillona.

- Calla Jade, vete, no te interesa.

Ella se va moviendo su melena y casi se cae por la rapidez y el estilo con el que se ha querido marchar.

- Voy a por algo de beber - Killiam se va y Sabela se sienta en el suelo del pasillo, a mi lado y no deja de mirarme.

- El profesor - empieza a hablar - me pregunto qué te había pasado.

- ¿Y qué le contestaste?

- Que tenías una otitis interna piantonal, la causante de escuchar fuertes pitidos.

- ¿Qué? - pregunto sorprendida.

Ella se rie.

- ¿Acaso no es un buen nombre?

- ¿Otitis externa piantonal? ¿Y se lo ha creído?

- Sí.

Apoyo la cabeza contra la pared.

- Gracias.

- ¿Qué te pasa en realidad? Killiam me pidió que no te hablara de ello, pero siento curiosidad.

- Yo también.

Antes de que Sabela vuelva a abrir la boca, Killiam llega con unas botellas de agua y unos bocadillos.

Me entrega uno.

- No tengo hambre - bebo un poco de agua. Al poco rato llegan Kev y Cameron y se ponen a comer.

- Voy al baño - anuncio mientras me levanto.

Me lavo la cara con agua fría.

Me miro en el espejo. Algo extraño está pasando, aunque ya pocas cosas me sorprenden, estoy loca. Mi reflejo está cambiando, mi pelo se está oscureciendo hasta ser negro, igual que mis ojos y llevo otra ropa.

Me miro a mi misma y estoy como siempre, mi reflejo no copia mis gestos. Está hablando me ha dicho: "Sígueme" en una especie de susurro.

Un escalofrío recorre mi cuerpo. En el momento en el que voy a tocar el espejo, Sabela entra en el baño y mi otro yo desaparece.

- Ahora toca clase de inglés, espero que no pase nada raro - dice guiñándome un ojo, intenta animarme y creo que esto lo ve como un juego, yo, en cambio, temo por mi vida.