Suerte de conocerte (RusPer)

Lo intentaré...

Perú había vuelto a la escuela, una vez más. Sus dos únicos amigos estaban felices por su regreso, que al final la peruana decidió ir a su lado justo cuando la campana sonó...

- Oh amiga, muero por saber que te parecieron los mangas que te mandé... jijiji...

- Pues, no eran tan aburridos después de todo...- Dicho eso, sacó de su maleta los mangas que Japón le ofreció, todos en buen estado.- Aquí los tienes causita!

- Vaya, gracias Perú-San!!!

- Uhhh, hey ... ¿y esos cuadernos?- Preguntó el americano señalando el bulto que cargaba la peruana en su otra mano.

- Oh... claro! Estos me los dio... ¡un amigo! ¡S-Si eso!- Dijo la blanquirroja algo nerviosa, no le quería decir a America que en realidad eran los cuadernos del ruso, sino lo mismo que nada, podía provocar un nuevo enfrentamiento como la última vez.

- Bueno, creo que sólo me falta devolvérselos...

Los tres entraron al salón a dejar sus cosas en sus respectivas carpetas, Perú se dirige a su casillero, hasta que ve a Rusia sentado entre los nerds de la escuela, se le veía tranquilo mientras él conversaba con Alemania e Italia.
La blanquirroja sonrió pues según ella, él no la había visto aún y por ende quería sorprenderle devolviéndole sus cuadernos.

Antes de saludar al ruso, se dirigió a los otros countries que lo acompañaban.

- Hola Alemania, hola Italia!!!- Saludó ella moviendo en vaivén su brazo. Ambos le devuelven el saludo amigablemente hasta que también saludó al ruso.
- Hey qué tal....... eh?- Perú no pudo terminar pues Rusia apenas la vio, se paró de su asiento y dejó en visto a la pequeña peruana. Se fue a otra parte y Perú no sabía a dónde.

- ¡Oye!...- Perú quiso hablarle pero el Ruso siguió su camino yéndose lejos de ella y el resto de la clase.- ¿Ustedes saben por qué actúa así?

- No me mires a mí, querida... no tuve nada que ver.- Responde el italiano.

- Ni me lo preguntes niña, tal vez sólo esté de mal humor. - Dijo el alemán acomodándose los lentes y continuar platicando con el italiano.

....

«¿Qué habrá pasado?»

Nunca en su vida pensó que alguien como el Ruso la ignorara de tal forma que dejó pensando a la blanquirroja.

Estuvo pensando toda la mañana, ignorando a su alrededor mientras pensaba en lo que pasó entre el eslavo y ella. Hasta que la voz de Japón, como siempre, la sacó de sus pensamientos.

- Hola Hola! Tierra llamando a Perú-San!!— dijo mientras le chasqueaba los dedos sin cesar.

Perú parpadeó y luego de eso se talló los ojos, eran aproximadamente las 10:35 de la mañana y se encontraba ella junto a la nipona, el americano y su hermano; sentados en el comedor. Perú se dio cuenta que era la única que no tenía nada de que comer, por lo que pronto su estómago rugió.

- Oh cielos, no me digan que otra vez me dormí en clase...

- Nope!— Dijo America mientras se bebía un frappé de galletas Oreo— Sólo sé que estuviste así después de ingresar al salón...

Luego, el gringo miró que la peruana tenía una cara larga, a lo que decidió acercar un poco su asiento para estar más junto a ella.

- Little Llama... What's wrong?...

La pelirroja miró como America rodeaba su hombro con su enorme brazo, casi como un abrazo reconfortante, a lo que ella dijo en un tono triste.