— Debes mover esa bola de papel, Mark, es liviana, no deberías tener problema alguno.— Las manos de ese hombre estaban apoyadas sobre la mesa.— Esta vez habrá doble castigo, hemos perdido mucho tiempo.
— L-lo haré.— Las luces se redujeron ligeramente, Mark fijó su vista a tal papel, sus manos se sujetaban con fuerza de la orilla de la mesa, Mark intentaba, intentaba e intentaba, sin embargo, no sabía aún cómo hacerlo.— No puedo, señor...
— ¿Estás seguro que no puedes, Mark? — La mano derecha de aquel hombre dio una señal, por lo que entraron un par de hombres más con un par de inyecciones, Mark comenzó a agitarse, por lo que uno de aquellos sujetó con fuerza al pequeño y el otro se encargó de inyectar aquel líquido dentro del delicado cuerpo del menor.
Mark, al sentir aquel líquido comenzó a gritar, ardía, y esos eran los peores de todos, sus mejillas se bañaban en lágrimas, y sin haberlo visto, su cuerpo recibió una corriente eléctrica.
— Ah... — Los ojos de Mark se abrieron de inmediato sentándose sobre la cama, observó a su alrededor tratando de saber si esa era la realidad.— Ah... — Su respiración estaba demasiado agitada, una vez más había soñado pésimo. Se colocó de pie y sin importar si hacía ruido, fue hasta la habitación del mayor, se acostó de inmediato a un lado suyo y se acurrucó lo más que pudo.— Señor Seo... No me suelte.— Murmuró.
— Mark... — Los ojos entre abiertos del mayor divisaron al chico, sin cuestionarlo, solamente se encargó de rodear el cuerpo del otro entre sus brazos y apegarlo a su cuerpo, una pesadilla más, estaba seguro.
...
La luz solar iluminaba toda la habitación, cosa que hizo que John abriese los ojos.- Maldita cortina.- Nuevamente había olvidado bajarla totalmente.
— S-señor... — La vocecita de Mark llamó la atención del dueño del hogar.— Tengo hambre. — Ambos sonrieron antes de que, sin dudar, fuesen a preparar juntos el desayuno.
— ¿Nuevamente tuviste una pesadilla, Mark?— Seo sirvió aquel batido de canela y banana sobre dos vasos, luego de ello sirvió huevos revueltos con un poco de aguacate a un costado en dos platos más, con ayuda del menor lo llevaron hasta la mesa.
— ¿Puedo dormir con usted? No he parado de soñar con eso, me da... Miedo...— Mark bebió de su batido esperando no recibir la grandiosa pregunta.
— ¿Qué sueñas? — Y ahí estaba.
— Aún no es el momento... ¿Puedo dormir con usted? — John asintió antes de concentrarse solo en comer, había faltado unos cuantos días a la oficina, eso no decía que haya fallado a su trabajo.
— Hoy quiero que vengas al trabajo conmigo, ¿sí? En cuanto acabes, sube a arreglarte.— Mark afirmó con su cabeza, una pequeña sonrisa adornaba su rostro, Mark usualmente no salía, y las veces que lo hacía, lo disfrutaba mucho.
Mark sujetaba el antebrazo del más alto mientras caminaban, como era costumbre, John recogió el periódico en la tienda del padre de Chenle, y este al ver a Mark, no dudó en saludarlo.
— ¿Jugaremos pronto? Papá tiene juegos nuevos, ¿puedo ir pronto a su casa, señor Seo? — Un entusiasmado Chenle le hablaba, no podía negarse a su petición.
— Con la única condición de que vayas y le digas a tu padre que anote otro periódico.— Johnny sonrió antes de dar unas palmaditas sobre la cabeza del chico.
— ¡Nos vemos, Chen! — Mark agitó su mano al aire para despedirse de su único amigo.
Caminaron un poco más antes de llegar a la oficina, John se encargó de darle paso al chico para luego ingresar él, de inmediato recibió la mirada de sus amigos, y una más, la de Kun.
— ¡Wao! ¿Quién es él? — Yuta se acercó de inmediato colocándose a la altura de Mark.— Que lindo eres, pequeño, tu cabello es genial, ¿donde lo tinturaste?
— N-no...— Mark iba a responder, solo que John lo detuvo.
— Agradecería que no lo sofoques, Yuta, Woo, te necesito dentro de un rato, y Kun, bienvenido de nuevo.— Esta vez, Seo tomaba la mano del menor con firmeza, hasta que pudo estar en su oficina, un espacio de calma y paz.— ¿Te incomodó?
— No... Es agradable.— Mark rió un poquito mientras se dirigía al asiento del mayor, cuidadosamente se sentó y apoyó sus codos sobre la mesa de escritorio.— Que lindo es este lugar.— Mark se arrastró con la silla, que tenía ruedas, hasta la pared que tenía fotos, parecía ser Johnny y algunas otras personas. — ¿Quienes son ellos? — John se acercó a las fotos para poder observarlas y explicar.
— La mayoría son de mis padres, solíamos ir de vacaciones a distintos lugares, fui creciendo y luego dejé de vivir con ellos.— Mark no apartaba la vista, sin embargo le escuchó perfectamente.
— Vacaciones...— Murmuró.
— Es una clase de descanso, no trabajas, no vas a la escuela, te diviertes, te llevaré de vacaciones, Mark, ¿te gustaría conocer el mar? — Johnny apoyó sus manos sobre los hombros de este.
— ¿Mar? — Los ojos de Mark brillaban al conocer nuevas y maravillosas palabras, era genial.
— El mar es... — ¿Cómo era posible explicar lo que es el mar?— Es una gran cantidad de agua salada, y en el agua del mar hay olas, que son grandes círculos de agua.- John recreaba la forma con su brazo tratando de ser claro.— Y para llegar al mar hay una gran cantidad de arena, en la arena puedes encontrar muchas cosas, pero...
— Quiero ir.— Dijo Mark sin dudarlo.
— Pero, tendrás que colocarte mucho protector solar, tu piel puede ser delicada a los rayos tan fuertes del sol.— Mark rió un poco, era mucha información para su cabeza.
— ¿Y él quién es? — Señaló el dedo del chico.
— Él es...— Un suspiro por parte del mayor se hizo presente.
...
— Toma mi mano, vamos, amor.— La dulce voz de Taeil llamaba a John.-—Te caerás.
— No lo haré, te vienes conmigo.—John tomó la mano del mayor y le jaló para poder rodar por el césped mojado. — Vas a resfriarte.
— Comerás mis mocos, terrible gigante.— Ambos rieron por aquello, y sí, ambos terminaron enfermos, con mocos.
...
— Es...— Animó Mark.
— Fue mi novio.— John observó al chico, estaba seguro que no entendía que significaba eso.
•
Disfruto mucho escribiendo esto T T siento emoción cuando lo hago jajaja.
ESTÁS LEYENDO
SUPERHUMAN. [ JohnMark ] Finalizada.
Bí ẩn / Giật gânNadie creería que una persona pudiese ser un superhumano, a menos de que lo viese con sus propios ojos, que experimentara aquella situación en vivo. Mark, el superhumano que llegó a la vida de Seo John de una manera inesperada y extraña.