— Markie.— Los largos dedos de Johnny acariciaban con calma los oscuros cabellos de Mark, peinaba con suma suavidad cada fibra. El pequeño solo buscaba esconder su rostro de la vista ajena, estaba ligeramente hinchado sin mencionar lo poco sucio que se encontraba.— Es hora de despertar, es casi medio día.— Un terco niño se cubrió completo con las sábanas haciendo reír al mayor, sería difícil sacarlo de la cama.— Bueno, me iré.— Luego de decir aquello Mark se sentó sobre la cama apoyando sus manos sobre la cama, sus labios formaban un bonito puchero causando ternura en el contrario.
— Quiero estar junto a usted.— Confesó Mark a la par que llevaba su diestra para tallar sus ojos.
— Estaré junto a ti hasta el último momento que tenga permitido.— Johnny se acercó al rostro del chico y dio un beso sobre su frente.— Ve a lavarte la carita, bebé, hoy te tengo una sorpresa.
Obediente, Mark fue casi de inmediato al baño para poder asear su cara mientras que Johnny bajó para servir el desayuno, había despertado antes para tenerlo todo listo. Sobre la mesa habían waffles y cada tipo de acompañante para estos, tanto salados como dulces, además de una jarra de jugo de naranja, uh, y una sorpresa que estaba guardando.
En cuanto Mark bajó al comedor y observó aquello, no pudo evitar sentirse emocionado, además que tenía mucha hambre, sin dudarlo un segundo más tomó asiento.— Apresúrate a comer, pero no comas muy rápido, puedes ahogarte o algo.— Dijo el castaño una vez estaba en su sitio.— Mark, tengo una sorpresa, ¿quieres acompañarme?
— ¿Una sorpresa? — El menor humedeció su tortita en jarabe de maple y llevó un gran trozo a su pequeña boca.
— Ya lo verás, te va a encantar.— Ambos se sonrieron, el uno al otro. Johnny estaba tan fascinado de tener a Mark consigo de vuelta y Mark estaba seguro y feliz de tener a Johnny a su lado.
Luego de que Johnny le permitiera cambiarse la pijama al pequeño Mark, ambos partieron camino a un destino desconocido, al menos para el pelinegro, al momento en que se subió solamente recibió una tarjeta de Johnny el cual seriamente le ordenó abrirla en el momento en que llegaran a su destino, Mark estaba desesperado por saber qué era aquello, ¿por qué tanto misterio?
— Señor Seo, ¿por qué no me ha dicho a donde vamos? Mi mente está volviéndose loca.— Hizo saber el menor.
— Estamos por llegar, Markie, es una pequeña sorpresa que estoy seguro te va a gustar.— Johnny giró solamente un segundo para guiñarle un ojo tratando de calmar las ansias de su pequeño acompañante. Luego de haber manejado un par de horas aparcó el auto cerca del sitio al que había decidido llevar a Mark, cuando le observó este estaba durmiendo, tenía un rostro tan bonito, tan angelical... Mark era demasiado hermoso que no podía aguantar su necesidad de cuidarlo y mimarlo, solo él.— Mark...— Retiró el mechón del rostro ajeno antes de acercar sus labios a la tersa y blanquecina piel de su mejilla.— Bebé.
— Señor...— Los ojitos adormilados de Mark observaron detenidamente el rostro que estaba tan cerca del suyo.— Señor Seo, mi cuerpo reacciona ante usted, ¿qué significa?
— Antes de eso, Mark, quiero que veas a donde hemos venido, baja.— Johnny se separó del cuerpo ajeno bajando del auto casi inmediatamente, Mark por su lado no se quedó atrás. Los ojitos del menor quedaron asombrados al ver aquel claro y limpio arrollo que unos metros más llegaba a un lago, era lo más lindo que sus grandes ojos habían podido observar desde que nació, sus ojos habían sido bendecidos.
— Señor...— Mark corrió un tanto adormilado hasta la orilla, apoyó sus rodillas sobre el suelo y se inclinó para poder tocar el agua, tan fresca, era perfecta.— Es hermoso, yo quisiera vivir aquí.
— ¿Tienes la tarjeta? Ya puedes verla.— Mark sacudió sus manos antes de correr hacia el auto y poder abrir la tarjeta.
— Pero... Aún no sé leer muy bien.— Confesó un tanto avergonzado.— ¿Puede leerla para mí?— Johnny aceptó comenzando a relatar mientras se colocaba frente a él.
Bebé Mark.
Tal vez no es el mar, sin embargo quería hacer contigo especial otro sitio, un lugar que solo fuera tuyo y mío, quería que tu alma se reflejara en algo, ese algo es el agua, eres tan limpio, tan pulcro, tan sano. Mark, ese mechón verde en tu cabello, que resalta como nada más, me recordó al verde de los árboles y del césped en el que estamos parados.
Llegaste a iluminar mi vida como el sol que nos cubre, refrescaste mi mente como el viento que mueve y agita nuestros cabellos, pero Mark, dime, ¿cómo puedo enamorar a un niño como tú?
Enamorar es sentir ganas de estar con otra persona, compartir besos, abrazos, afecto, es algo más difícil de explicar, pero sencillamente decimos que enamorarse es hacer clic...
Mark, eres mi pequeño superhumano.Johnny.~
— ¿Eso qué significa? — El mayor no pudo evitar reír un poco con aquello, olvidaba que debía ir lento con Mark.
— Significa que lo que sucede con tu cuerpo, también me pasa a mí, Mark.— El menor alzó sus hombros en señal de no entender.— Cierra los ojos, te explicaré mejor. — Obediente cerró los ojos tan pronto, Mark quieto en su lugar solo sintió como algo extraño se posó sobre sus labios así que abrió sus ojos sin dudar dándose cuenta que lo que tenía encima eran los labios del señor Seo, ¿qué debía hacer? Jungwoo no le había explicado qué hacer en estas situaciones. Las manos de John sujetaron la cintura de Mark tratando de apegarlo un poco más, o bueno, lo suficiente para abrazarlo provocando que deshicieran el beso.— Mark.
— ¿Somos novios, señor? — Un pequeño Mark rojo de las mejillas preguntó aquello como si no sintiera timidez en ese momento.
— Mark, debo preguntarlo, no solo declararlo.— Una risita acompañó aquello.— Entonces, Mark...
— ¡Quiero ser su novio, señor Johnny!— Gritó Mark antes de abrazarse al cuerpo contrario, Johnny no podía parar de reír, Mark era un niño complicado, divertido, pero hermoso y sincero.
Aquella tarde pasó lento, y qué mejor, Johnny había llevado una cámara, por lo que se la pasó tomándole fotos a Mark mientras estaba distraído, aunque Mark a veces aceptaba posar para su ahora novio, un momento de travesura atacó al pelinegro robando la cámara y atacando al mayor con muchas fotos, había de admitir que en todas se veía sumamente guapo.
Mark se acomodó sobre el brazo de Johnny mientras ambos descansaban sobre el césped, sus ojos se fijaron en las estrellas, aunque de vez en cuando se observaban un par de segundos antes de que Johnny robara un beso a Mark, era hermoso ver como el menor se sonrojaba por eso.
Todo estaba bien, todo estaba perfecto... Por el momento.
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Fue complicado escribir este capítulo, no soy lo suficientemente soft, les he fallado.
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SUPERHUMAN. [ JohnMark ] Finalizada.
Mystery / ThrillerNadie creería que una persona pudiese ser un superhumano, a menos de que lo viese con sus propios ojos, que experimentara aquella situación en vivo. Mark, el superhumano que llegó a la vida de Seo John de una manera inesperada y extraña.