09

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-¡Valentin! -gritaban del otro lado de la puerta, como nadie respondió abrió la puerta encontrándose a su hermano pegado al morocho quien dormía tranquilo. -Valentin -volvió a hablar, pero esta vez más cerca del castaño haciendo que de un saltito en la cama, provocando que Daniel despierte. Los tres chicos se miraron confundidos.

-¿Qué pasa? Me asustaste pelotudo -se sentó en la cama refregandose los ojos.

-Te estaba gritando hace banda... y nada te venía a decir que la casa esta echa bosta ¡Vos vas a limpiar todo eh! -comenzó y Oliva solo rodó los ojos asintiendo.

-Si, señor policia -molestó a su hermano.

Ribba solo observaba y se sintió incómodo cuando el hermano de Valentin posó su mirada en él, subiendo las cejas.

-Hola -saludó al morocho intentando recordar su nombre, pero la verdad es que no lo conocía.

-Hola... -susurró.

-Lindo noviecito tenés bro- ahora era él quien molestaba al castaño, que suspiró enojado.

-Se llama Daniel y no es mi novio -dijo y al instante recordó lo que había pasado la noche anterior, ya se estaba muriendo de la verguenza. -¡Raja de acá gil! -le ordenó a su hermano, tomando una almohada amenazando con tirarla.

-¡Tranqui! -levantó las manos y antes de salir por la puerta volvió a hablar. -Un gusto conocerte cuña, eh digo Daniel -

Valentin tiró la almohada pero solo llego a chocar con la puerta. El morocho rió haciendo que el mayor lo mire.

-Es un pelotudo, no lo banco -comentó levantándose de la cama y buscando pastillas en su cajón. -Se me parte la cabeza la puta madre -se sentó en la silla, frente al escritorio.

-Voy a buscarte agua -dijo Daniel mirando al castaño, quien asintió sin mirarlo.

Bajó las escaleras y llenó un vaso de agua, por suerte no había nadie en la cocina, pensó ya que estaba en boxers, aunque la remera del castaño cubría todo. También se preguntaba si los padres de Oliva ya estarían en la casa y al pensar que tal vez si, subió las escaleras apurado.

-Toma bro -habló llamando la atención de Valentin, que tenía su cabeza apoyada en el escritorio.

-Gracias Dani -metió una pastilla a su boca y tomó todo el agua dentro del vaso, para después mirar a su amigo cambiándose. Sonrió, le quedaba tan bien su remera. -Dejatela, te queda mejor que a mi -comentó acercándose a Ribba, que negó con una sonrisa y sin hacerle caso a su amigo se sacó la remera, dejándole ver todo su torso al mayor un momento hasta que se puso su remera.

-Ya me tengo que ir -dijo agarrando su mochila y celular. El más alto hizo un puchero.

-¿No querés quedarte a almorzar? -preguntó ya sabiendo la respuesta del morocho, que negó.

-Gracias, pero no. Tengo cosas que hacer - contó y el mayor asintió.

Aunque Daniel quisiera quedarse ya debería volver a su casa, su mamá estaba sola y eso lo preocupaba.

...

Valentin estaba sentado en su cama, esperando otro mensaje de su amigo, quien le había escrito hace diez minutos y él por dejar el celular cargando no llegó a responder a tiempo. Daniel había tecleado un "estas?" a las dos de la mañana, dos y diez el castaño respondió "si, que paso?" con nervios aún esperaba la respuesta.

Sentía que el morocho estaba en problemas o algo le había pasado, aunque tal vez estaba algo paranoico. Decidió relajarse un poco y escuchar música.
Ahora, se encontraba un poco más tranquilo acostado en su cama cantando las canciones, tratando de no dormirse.

El celular vibró, haciendo que Oliva se sentara rápidamente en su cama, era un mensaje de Daniel.

Daniel

estas solo?
02:40 am //

si, por qué Dani?

me estas preocupando

2:40 am//

necesito dormir

puedo ir a tu casa?

estoy cerca

2:41 am//

obvio gil

que paso?

no estabas en tu casa??
02:41 am//

ahora te cuento

estoy

abri q hace frio
02:41 am//

Valentin frunció el ceño y bajó las escaleras, yendo hacia la puerta, abriendola. El frío choco contra su cuerpo y se encontró con Ribba que se abrazaba a si mismo, se movió a un costado, dejando pasar al morocho.

-¿Como llegaste tan rápido? -dijo apenas cerró la puerta, haciendo que el menor suelte una risa.

-Hola ¿no?- lo molestó. -Ya estaba afuera de tu casa hace rato -contestó haciendo que Valentin se sienta un poco mal, lo había hecho esperar. -Como no respondiste me fui a comprar a un kiosco de por acá y volví -

-Uh perdón, ¿te cagaste de frío no? - preguntó subiendo las escaleras seguido por Daniel, que asintió aunque el castaño no podía verlo.

-Si, igual mejor. Necesitaba despejarme un poco -habló cuando llegaron al cuarto, sentándose en la cama.

Valentin puso música a un volumen bajo, ya que sentía que había mucho silencio. Eran las tres de la mañana, lunes y no podía subirle demasiado.

-¿Cómo vas a hacer para ir al colegio? No tenés tu mochila -

-No voy a ir, alta paja -chasqueó la lengua y se tiro para atrás, recargando su espalda en la pared. El castaño asintió acomodándose al lado de su amigo.

-Y... ¿Me querés contar que pasó? -preguntó después de un rato, mirando a su amigo quien suspiró.

-Si... Es complicado pero te cuento, -comenzó con su relato. -¿Te acordás que te conté sobre mis viejos? -el mayor asintió.

Así comenzó una gran charla en la que Daniel le contó con lujo de detalles todas las peleas que había presenciado entre sus padres desde temprana edad, hasta llegar a la actualidad, donde ya estaban separados pero su papá seguía rompiéndole los huevos. Y la vez que me llamaron... ¿te acordáscomentó Ribba recordando aquellos días en los que comenzaban a conocerse, cuando él empujó al castaño y luego ese abrazo.

-Bueno, ese día... -paró un momento, necesitaba respirar. -Ese día la cagó a trompadas pero mal, cayó internada y me llamó desde el hospital. -

Valentin lo escuchaba atentamente, sabía que al morocho le costaba contar ciertas partes de la historia, ya sea por el dolor o porque no le gustaba demostrar sus sentimientos. Cada vez que Daniel tenía sus ojos cristalizados, el castaño acariciaba su brazo, tratando de reconfortarlo.

-Ahora mi vieja está en el hospital, pero por otro tema y bueno estaba re solo en mi casa- dijo más tranquilo y Oliva levanto las cejas divertido.

-¿Y me extrañabas no? -susurró acercándose al menor, que lo empujó para alejarlo.

-No empieces, Valentin -habló fingiendo estar enojado, haciendo reír a su amigo.

Entre mimos y unas pocas conversaciones más cayeron en un profundo sueño. Ambos se estaban acostumbrando a dormir junto al otro y eso confundía sus sentimientos. Daniel seguía pensando que eran buenos amigos, pero Valentin sentía otras cosas que aún no podía nombrar bien.

Feelings - wosani.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora