Feelings - wosani.

13

Luego de que Palacios le diga la dirección, ya que Oliva no la recordaba, Daniel cortó la llamada y se dirigió hacia la joda.

Al entrar no encontraba por ningún lado a Valentin, pero si a sus amigos, primero vio al dueño de la casa, quien se sorprendió de que el chico esté ahí.

-¡Dani! ¿To' piola? -abrazó por los hombros al enano, estos dos se llevaban muy bien. Duki era con quien el rubio tenía más afinidad.

-Todo bien -dijo en forma de saludo. - ¿Sabes dónde está Valen? Me dijo que venga -siguió hablando y el de tatuajes en la cara frunció un poco el ceño, hace un par de horas que no veía al castaño y recién se daba cuenta.

-Uh, lo dejé re solo... Que boludo -paso sus manos por su pelo, suspirando, Valentin no la estaba pasando bien y él lo dejo re tirado.
-Seguro esta arriba, subí nomas -

Daniel subió las escaleras para buscar al castaño en alguna de las habitaciones.
Cuando llegó al pasillo vio cuatro puertas, entró a la primera sin tocar, gran error.

-¡Perdón! -soltó y cerró la puerta rápidamente, al ver a Trueno junto con una chica.

Al llegar a la segunda puerta, golpeó esta pero nadie respondía, la abrió lentamente viendo al ojiazul tendido en la cama sin remera.

-Valen -susurró llamando la atención del nombrado.

-Dani... Veni -habló con dificultad, se sentía muy mareado y le pesaba la lengua.

-Estas re mal, boludo -rió el rubio, sentándose al lado de su amigo.

-Ssi, recién vomité -mostró su remera, llena de un líquido. Daniel hizo una mueca.

-¡Que asco! ¿Que mierda tomaste? -preguntó mirando la remera en el suelo.

-Ni ide-a, creo que quiero... -hizo arcadas y corrió hacía el baño pero no llegó.

-¡La puta madre! -se quejó el menor - ¿Quién me manda a tener de amigo a un borracho? -dijo haciendo reír al castaño, quien estaba recargado en la pared del baño con los ojos cerrados.

-Ayudame  -pidío haciendo un puchero.

-Ahí va pibe, ¡me la vas a pagar después eh! - le advirtió, aunque sabía que su amigo no recordaría nada.

-Esta bien, hago lo que quieras...

Limpió todo el desastre y metió a Valentin a la bañera enseguida, ayudándolo a quitarse su pantalón.

-¡Está fría, Dani! -gritó tomando al rubio del brazo, así se quedaba con él.

-Bueno, mejor así se te va el pedo -respondió simplemente y se quedó al lado del chico.

-Dani ya está, tengo alto frío -habló después de un rato en silencio y lo ayudo a salir, aunque Oliva ya estaba más consciente.

Cuando llegaron a la pieza, el mayor enseguida se metió debajo de las frazadas.

-¿Me llamaste para que haga de mamá? - preguntó Daniel, molestando a su amigo y este negó con la cabeza.

-Te llamé para otra cosa, pero mejor lo arreglamos mañana ¿no? -dijo poniéndose más serio, el rubio asintió sin decir ninguna palabra. -Ahora vení y acostate conmigo -

Ribba sonrió y le hizo caso al castaño, acostándose a su lado.

-Abrazame, tonto -susurró cuando el menor ya estaba a su lado, ambos mirando el techo.

-Estas congelado Valen... -dijo cuando sus brazos acurrucaron a Oliva, su piel estaba muy fría.

Ahora, Valentin abrazó al rubio, tratando de darse calor. Daniel se acomodó mejor en el pecho de su amigo, un suspiro salió de su boca, quería intentar algo pero a la vez sentía que iba a cometer un error.

-Valen... -

-¿Qué pasa? -susurró el castaño mirando a los ojos a su amigo.

-¿Era verdad eso de vas a hacer lo que yo quiera? -pronunció un poco tímido, el mayor asintió cuando entendió a que se refería. -Entonces, quiero a-algo... ahora-dijo sentándose en la cama, Oliva lo miro confundido pero algo en la mirada del rubio mostraba deseo, y eso lo intrigaba.

-¿Y qué querés, Dani? -

El nombrado ya se estaba arrepintiendo de todo, y aún no había hecho nada. Soltó un suspiro y miro al techo un momento, tratando de calmar sus nervios.

-Cerra tus ojos y no los abras hasta que yo te diga -volvió su vista a esos ojos azules, que lo miraban en busca de respuestas.

El mayor siguió las ordenes de su amigo, cerrando sus ojos y cuando el silencio invadió la habitación, sintió una mano en su mejilla seguido de un corto pero tierno beso en sus labios, cuando quiso mirar al chico frente a él, la mano en su mejilla se dirigió a sus ojos.

-¡Todavía no Valen! -lo retó haciendo que el nombrado sonría, aquel beso lo había dejado tonto y ahora quería que Daniel haga eso todos los días de su vida. Sus deseos fueron escuchados.

El menor volvía a juntar sus labios, pero ahora en un beso más profundo y esa acción decía todo lo que ellos aún no podían, sus lenguas comenzaron a moverse luchando entre ellas.

Cuando se separaron, Valentin abrió sus ojos para mirar al rubio que tenía las mejillas algo rojas y sonrió al verlo, esa sonrisa lo delataba.

-No te dije que los abras -

-Perdón, quería ver tu cara -dijo el ojiazul acariciando la mejilla de Ribba, quien rió con nerviosismo. Estaba nervioso, si y el castaño lo puso aún más nervioso cuando, en un rápido movimiento lo dejo de espaldas en el colchón.

Los brazos de Oliva se encontraban a los lados del menor, acorralandolo.

-¿Puedo? -preguntó, igual que aquella vez en la casa de Valentin pero esta vez la respuesta de Daniel fue diferente.

El rubio asintió, haciendo que el castaño se acerque a él, juntando sus labios otra vez y cuando se separaron, se unieron otra vez y otra. Ninguno podía parar y tampoco querían.

al fin chaparon locooo 
bueno chau las kiero besos en la cola