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-¡Dale boludo! Es un ratito nomás...

Valentin y Daniel se encontraban hablando por teléfono, el mayor le suplicaba a Ribba para que lo deje ir hasta el hospital, donde se encontraba con su madre.

-Sabes que no quiero que vengas acá, vas a estar re aburrido y yo re triste -pronunció algo apenado el menor, quien extrañaba al castaño tanto como él lo hacía.

-Pero te quiero ver, Daniel -

Era una noche especial para las familias, era navidad y Valentin lo único que quería era ver a su mejor amigo Daniel, no pedía nada más que eso. Desde hace ya unas semanas que habían terminado el colegio, luego de eso no se volvieron a ver las caras, no porque no quisieran, si no porque el menor estaba muy ocupado cuidando a su mamá y trabajando para pagar el alquiler y los medicamentos.

-Bueno, está bien... venite -

Cuando el castaño escuchó aquellas palabras sonrió y salió de su casa, avisando a su familia que saldría un rato. El camino no fue tan largo, ya que quedaba cerca el hospital, entró por la puerta y se dirigió hacia donde se encontraba Ribba.

Al llegar a la habitación número dieciocho, toco despacio la puerta marrón, que después de un segundo se abrió dejando ver a un chico rubio, despeinado y con ojeras.

-Pasá -susurró el menor y Valentin hizo caso, entrando lentamente y en silencio, observando a la señora que se encontraba sobre la cama.

-Te pareces a ella, Dani -habló bajito mirandolo mientras se sentaba a su lado y Ribba asintió.

-¿Para qué viniste Valen? Tendrías que estar con tu familia -

-Es que hace mucho no nos vemos y yo te re extraño -confesó el castaño, haciendo que su amigo sonría.

-Que exagerado sos -dijo Daniel, haciéndose el tonto, él lo extrañaba igual. El mayor hizo un puchero y Ribba rodó los ojos.

-¿Vos no extrañas? -preguntó Oliva. -Enano de mierda -dijo cuando el chico en frente suyo negó, mintiendo.

Ambos chicos salieron afuera del hospital, ya que temían despertar con sus carcajadas a la mujer que dormía tranquilamente en la cama.

-¿Querés? - el rubio le ofreció un cigarrillo al más alto, quién asintió tomando el pucho de las manos de su amigo.

Un silencio para nada incómodo los invadía, estaba tranquilos, fumando. Valentin observaba a Daniel, expulsando humo de su boca, se veía tan hermoso. Como siempre, pensó. El rubio llevó el cigarrillo a sus labios, giró su cabeza al sentir la mirada del más alto.

-¿Qué miras, tengo algo? -preguntó tocando su cara. -Uh, seguro estoy re feo, no me mires -tapó su rostro con sus manos.

-Que decíaa, si siempre estas hermoso -tomó las mejillas del menor y le dejó un besito en la nariz, haciendo que Daniel sonría.

-Dejá de mentir, Val -dijo empujando levemente al castaño.

-No estoy mintiendo -abrazó al más bajo por la cintura y éste dejo su cabeza en el pecho de Oliva.

Una lluvia tranquila comenzó a caer sobre sus cuerpos, Valentin acomodó la capucha del buzo de Ribba, para que las gotas de agua no lo mojaran. Así, abrazados, se quedaron, hasta que la lluvia se hizo más fuerte y los había empapado completamen-
-te.





•••

malísimo y re corto, pero si no, no lo subía más jajsjs

ya no se q karajo hacer con esta fic... ndeah

quieren drama o romanticismo?buE igual seguro hago lo q se me canta el qlo.

Feelings - wosani.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora