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Valentin.

-¿¡No sabes tocar la puerta, wacho!? -grite cuando escuchó la voz de Mauro.

-¡Uh, perdón amigo! -dijo levantando las manos y salió de su pieza.

Volteé a ver a Ribba que se reía bajito, ¿tan lindo iba a ser? Sus cachetitos estaban todos rojos, al igual que sus labios y me daban ganas de darle una banda de besos.

-No te rías, Dani -

-Te ves gracioso cuando te enojas -acunó mi cara con sus manos y yo sonreí.

-¿En qué estábamos nosotros? -pregunté tirándole una indirecta a Daniel para que me siga chapando como ya estaba haciendo, pero no me hizo caso y se bajo de mi regazo.

-¿Vamos a la joda? Tengo ganas de escabiar - me dijo estirando su mano para que yo la tome.

-Bueno, vamos pero si me siento mal otra vez va a ser tu culpa -

-¿Por qué? Nadie te obliga a ponerte en pedo, bobo -habló riendo y yo lo abracé.

Salimos de la habitación y nos dirigimos a donde más gente había, el patio, aunque adentro también se habían armado una pista de baile, afuera estaban los más piolas.
Nos acercamos a los chicos, que se encontraban cada uno en su mambo.

-Eh wosito, andabas re triste -comentó Monzón cuando llegué a su lado. ¿Todos se habían dado cuenta?

-Si, pero llego el Dani y ya se le pasó -me jodió Trueno, como siempre, y abrazó por los hombros a Daniel.

En parte era cierto, el enano me la re subió. Con solo escucharlo me puse contento, hace como cuatro días no hablábamos y me trató re bien aunque yo sea un pelotudo y me la haya mandado. Sentía que todo iba a estar mejor, a pesar de que nos debíamos una buena charla para aclarar un par de problemas.

-¡A mirá vos, ya me cambiaste! -habló Manuel mirandome.

-Ahora te haces el celoso ¡vos me cambiaste primero por el pelotudo de Mateo! -lo empuje y me hice el que lloraba, todos se rieron.

-¡Noo, amigo! -gritó Lit, aplaudiendo. -Te cerró el orto, Replik -

Así pasamos un rato más jodiendo todos, hasta Daniel que ahora estaba más suelto, gracias al alcohol.

-¿Qué mierda pasó? -preguntó Mauro y todos callamos cuando pronunció un 'shh'.

-Se 'tan cagando a piñas, boludo -dijo Palacios, levantándose rápidamente para ver el bardo, todos lo seguimos.

Antes de entrar a la casa ya se escuchaban una banda de gritos, llegamos a la cocina y ahí estaba la pelea, todos saltamos enseguida cuando vimos que le estaban dando a Mauro entre tres pibes, ya sabía quienes eran y no sé como habían entrado a la casa ya que no eran amigos de Duki, al contrario se odiaban.

-¡Ehh, wacho soltalo! -escuche la voz de Mks y nadie se quería meter, todos gritaban como monos, ninguno los separaba.

Había un montón de personas al rededor de ellos y estaban armando alto quilombo, habían vidrios rotos en el piso, bebidas tiradas, era un desastre. La concha de su madre, lo estan rompiendo al duko...

Empecé a empujar a un par de pibes y me metí, acompañado de Trueno repartí un par de piñas y cuando traté de sacar a Mauro, sentí un golpe que me mareó, no sé que fue lo que paso. No podía hacer nada, quería devolverle el golpe al chico, pero ya no tenía fuerzas y además estaba en el piso, sin poder moverme. Intenté levantarme pero esa piña me había re noqueado ya estaba viendo todo negro, sentí que tomaron mis brazos y me alejaron de ahí.

-¡Eu! ¡Valentin, mierda reaccioná! -gritaba una voz que ya conocía a la perfección.

Abrí mejor mis ojos viendo a Daniel y sentí un dolor en el ojo, justo donde estaba mi piercing.

-¡La puta madre! -grité, dolía un montón y sentía mi cara toda hinchada, seguro estaba re destruido. Dani me miró apenado, acariciando mi pelo.

-¡Pará de tocarte ahí! Ya te vamos a curar- me retó, Manuel y ahora lo miré a él, su cara era de preocupación.

-¿Y Duki, dónde está? -pregunté mirando a un costado, viendo a Palacios con el labio roto, sentado en el mismo sillón que yo.

-Esta en la cocina, ya se fueron todos a la mierda, tranquilo -me dijo Ribba y asentí. Si yo estaba mal, Mauro estaba peor, lo habían hecho mierda.

...

-¡Para boludo, duele! -tomé su mano y saqué el algodón que tenía, hace como diez minutos estaba poniendo esa mierda en mi cara y ardía.

-Pero te sigue sangrando, Valentin -habló suspirando y se sentó en la cama, estábamos el la casa de Lombardo todavía, nos había invitado a quedarnos y nosotros aceptamos.

-No me digas Valentin, parece que estás enojado -

-¡Es que estoy enojado! -gritó mirándome con los ojos brillosos, me sentí mal. -Me asustaste, Valentin... -

Cuando su voz se quebró y me dio la espalda, me di cuenta de que la había cagado de nuevo. Me acerqué a él y apenas  lo abracé por la espalda, comenzó a llorar.

-Tranquilo, Dani... -lo abracé más fuerte, lloró más fuerte y entendí que tal vez lloraba por otra cosa.

-M-mi mamá, Valen... está muy mal, yo e-estoy mal -habló con un hilo de voz, no podía hablar bien debido al llanto y yo quería que lo haga, quería que me contara todo lo que le pasaba. -Está enferma, dicen que se va a... a m-morir -

Las palabras salieron de su boca muy rápido, como si no quisiera que existieran.
Acaricié sus manos, él se dio vuelta quedando frente a frente, ambos estábamos sentados en la cama. Se subió a mi regazo y se acurrucó contra mi pecho, sin dejar de abrazarme, lo apreté aún más contra mi cuerpo y le di un beso en su frente.

Esa noche, ambos chicos heridos de distintas formas, uno física y otro emocionalmente, se encargaron de cuidar y curar el uno al otro con besos, abrazos y caricias.















Feelings - wosani.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora