15

2.4K 261 45
                                    

Habían pasado dos semanas desde aquella noche, todo cambio entre ellos, aunque fue para mejor algunas veces sentían que habían cagado todo.

¿Tenían miedo? Si, demasiado.

Si esa noche les habían parecido demasiado aquellos besos, ahora eran muchos más, demasiado y algunas otras cosas también.
A pesar de todo eso, para ellos seguían siendo amigos, todo había pasado muy rápido y ninguno sabía como afrontarlo, así que un día hicieron un trato, nada de todo lo que hacían podía arruinar su amistad.
Pero nunca se preguntaron que sentía el uno por el otro, gran error.

Así como hicieron esa promesa, la cumplieron, aunque uno de ellos en cualquier momento podría romperla.
Sus sentimientos eran mucho más grandes y no los podía contener.

-¡Soltá el celu, loco! -gritó Daniel sacando el aparato de la mano del castaño. -¡Tenemos que terminar esta mierda! -

Los últimos días de clases habían comenzado y ambos tenían muchas materias que rendir, así que todos los días después de la escuela estudiaban en la casa de Valentin, pero éste hoy no estaba concentrado.

-¡No tengo ganas Dani! -hizo un puchero, tirándose en la mesa.

-¡Después no vengas llorando para que te ayude con la tarea! -avisó y siguió escribiendo en la hoja.

Valentin bufó, comenzó a garabatear en su carpeta, de vez en cuando miraba al menor para ver si lo veía.

-¡Mira! Te dibuje re bien -habló haciendo que el rubio mire la carpeta.

Daniel solo lo miró serio, el dibujo era un chico hecho con palitos, muy mal dibujado y debajo de éste decía 'El puto'.

-¿Te gustó? -preguntó el castaño cuando el chico lo ignoró y lo volvió a ignorar. -Uh, sos re malo Dani -se cruzó de brazos, ofendido.

Oliva volvió a molestar a su amigo, tirándole una bola de papel en la cabeza.

-¡Valentin! Estas re rompe pija hoy -se quejó soltando el lápiz que tenía en la mano y suspiró.

El nombrado se acomodó al lado del rubio, escondiendo su cara en el cuello del contrario y dejó unos besos ahí.

-Valen... pará -

Oliva sabía que aquella era una debilidad del menor, enseguida se ponía como cachorrito y quería más mimos.

-Solo si me das un beso -susurró contra la piel de Daniel, que sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

-N-no, tengo que seguir estudiando -

Ribba se acomodó mejor en la silla, separán- -dose del castaño, pero esto no duro mucho tiempo ya que el mayor lo abrazó por la cintura, levantando su remera y repartiendo caricias por toda la piel y comenzaba a bajar sus manos llegando a las caderas del rubio, quien con la respiración agitada cerró sus ojos intentando calmarse.

-B-basta bobo... -susurró, casi rogándole.

-Dame un beso -pidió el castaño en el cuello del menor.

Daniel no entendía por que Oliva estaba tan pesado con el beso, ya se daban demasiados en el día y sin siquiera pedirselos. Tomó las mejillas del mayor y le dio un beso lento, que se fue intensificando poco a poco, cuando Ribba sintió las manos del ojiazul intentar sacarle la remera se alejó.

-Valen... Tenemos que estudiar -

-Dale Dani... un ratito nomás -puchereo haciendo que el rubio le de un pico.

Daniel siguió haciendo su tarea, con Valentin pegado a su cuerpo, abrazandolo.
Cuando por fin terminó con las cuentas de matemática, cerró la carpeta y vio al castaño  con los ojitos cerrados apoyado en su hombro, movió un poco su brazo y Oliva se levantó asustado.

-¿Qué paso? -murmuró, refregando sus ojos y estirándose.

-Nada, ya terminé -dijo el rubio, juntando sus cosas. -¿Vamos a dormir? -el castaño asintió rápidamente, eran las doce del mediodía pero estaba muy cansado, ya que estaba despierto desde las ocho.

Cuando llegaron a la habitación, Valentin se tiró en su cama dispuesto a dormir, pero ver a Daniel cambiarse le sacaba hasta el sueño.
El menor usaba la ropa de Oliva sin preguntarle y eso le encantaba, a parte de que le quedaban bien, sentía que ya existía una gran confianza entre ambos.

El castaño ya tenía sus ojos cerrados, pero cuando tocaron su hombro los abrió, viendo a Ribba con una de sus remeras y sonrió.

-¿Vas a dormir así? -le preguntó mirando su ropa, estaba todo vestido y era cierto que Valentin nunca dormía con ropa, pero hoy estaba cansado.

-Si, tengo mucho sueño -susurró, sintiendo que ya se dormiría, pero al escuchar la voz del chico en frente suyo, supo que debía quedarse despierto un ratito más.

-Te ayudo, Valen-

Sacó primero la remera, tirandola al piso y siguió por su pantalón, cuando ya se encontraba únicamente con el bóxer lo tapó con las sábanas, dejándole un beso en su mejilla y acomodándose a su lado, para abrazarlo. Oliva susurró un "te quiero Dani" antes de caer en un profundo sueño, que fue respondido por un beso del rubio.

Feelings - wosani.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora