# 𝟏𝟐 ༉

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¡Capítulo doce!

El auto de Christopher se estacionó fuera de la casa de mi padre, tomé mi abrigo y acomodé mi vestido antes de quitarme el cinturón de seguridad.

Christopher aún seguía callado, desde que le hice la pregunta solo se dedicó a cambiarme de tema o solo se callaba, como ahora. Lo miré, su mirada estaba en el volante, sus puños se apretaban y fue entonces que decidí bajar, tomé la manija de la puerta pero la gran mano de Christopher tomó mi brazo.

─Evangeline, espera.─Lo miré y solo suspiró. ─Entrenador personal. ─ ¿qué? ─ Yo entreno gente, más bien, mujeres. Me pagan muy bien, y perdón por no decirte, solo no quería, bueno, en realidad no lo sé.

Me quedé en shock y luego, comencé a reír. ¿Era enserio? Christopher era un dramático, me dejó a medio suspenso, yo pensaba que era algún vendedor o algo.

Sonreí y me lancé hacia él, mis brazos lo abrazaron y mis labios lo besaron, sonreí al igual que él.

─Te juro que pensaba otra cosa, pero no esto.

─Bueno, pero aún no has escuchado lo otro..

Esperen, ¿qué?

─No me digas que te acuestas con ella por más dinero.─Dije graciosa, pero él no reía. Me alejé de él pero me detuvo.

─Entiende que necesito el dinero, Evangeline. Tengo deudas, y cosas que pagar, con el entrenamiento gano poco, pero acostándome con ellas gano más.

No podía escuchar más, así que le di un golpe para alejarme de él. Salí del auto y escuché a Christopher salir de él, intenté correr pero me detuvo.

─Es así como conocí a tu madre.

¡QUÉ!

─¿Te acostaste con mi madre y conmigo? ¡Eres un maldito!

─¿Qué? No, solo déjame explicarte bien las cosas.─Me apretó contra el y sus labios estaban muy cerca de los míos. ─Pasaré por ti a las ocho y treinta.─Me besó y se alejó de mi, se subió a su auto y sin verme se alejó de mi.

Suspiré, esto era algo demasiado estúpido, no entendí nada de nada.

Caminé a la puerta de mi casa y tomé las llaves, abrí la puerta y la casa estaba silenciosa.

─¿Papá?─Cerré la puerta y comencé a caminar.─Estoy en casa.─ Me quité el abrigo y dejé las llaves en el llavero.

─Eva, estoy en la sala.─Escuché a mi padre, caminé hasta el lugar y lo vi sentado en el sillón. Tenía el periódico cerrado y las manos cruzadas. Mierda, estoy en problemas.

─Y dime, hija, ¿qué tal la caminada desde casa de clary? ─Tragué duro y me acerqué al sillón grande.

─B-bien, pá.

─Oh, qué raro, porque hace un momento le llamé a su madre para saber si paso por ti, y me dijo que no te había visto en días. ─Mierda, estoy jodida.

─Entonces, ¿me dirás la verdad o lo tendré que investigar yo? Porque sabes que soy bueno en eso, hija, y mis contactos son muy buenos.

Shit.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora