𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.

# 𝟎𝟔༉

¡Capitulo seis!

Me acosté en mi cama y tomé mi celular, lo desbloqueé para abrir WhatsApp y saber que haríamos mis amigas y yo.

Hoy era sábado, ya estaba en mi casa y no con mi madre. Después de mi acuerdo con Christopher, él y yo limpiamos la pequeña cosita de mi madre. Al poco rato él se retiró mientras yo esperaba a mi madre para irme.

Pero no lo olvidaba.

Me era imposible olvidar sus grandes manos en mi trasero mientras masajeaba este de tal manera. Sus labios gruesos y rosados junto a los míos, y los pequeños susurros y el sobrenombre de gatita.

Christopher Vélez era un experto en esto, yo lo sabía, en cambio yo, una jovencita virgen de apenas dieciséis años con menos experiencia del mundo. No conocía ni un solo pene en mi vida, por Dios, como me pude comportar así. No es que yo sea una santa, ni monja, estaba en la edad ─como dice mi abuela─ del horno caliente. Pero soy joven. Y merezco disfrutar, igual no digo que sea puta. Mi primera vez siempre la soñé con alguien especial, pero tal parece que eso no será así.

Reaccione después de un momento cuando mi celular comenzó a sonar, los mensajes me llegaban y ya teníamos un plan para hoy.

Hoy a las 10:30pm en el club, no olviden sus identificaciones falsas.

Bien, hoy sería una buena noche.

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La noche era demasiado fría, pero lo bueno es que me sentía cubierta. Mi pequeño vestido cubría mis muslos y las mallas mis piernas, todo mi conjunto era negro, me encantaba el negro, solo algunos accesorios eran rojos y dorados; como mi reloj, mi pulsera, mi colgante, y mis pendientes. Mi abrigo era negro y era demasiado caliente. Caminamos mientras la larga fila avanzaba, agradecía que por fin pudimos pasar al pub. La música sonaba demasiado fuerte, las personas saltaban y bailaban en la pista. Los meseros repartían botellas y chupitos.

Caminamos hacia un lugar y nos sentamos, pedimos algunas bebidas y yo solo quería empezar de espacio. Así que pedí una fresada, lógico con alcohol.

─Hoy terminé com Jason. ─Hablo mi amiga Clary, mi rubia amiga. ─Ese idiota se lo pierde, veré a quien mierdas me cogerè hoy.

─No seas tan puta.─Medio gritó Cloe.─ Por lo menos respeta el tiempo.

─Tiempo el que perdí con él, puñeta.

Y sí, mi amiga era puertorriqueña.

─Por Dios, Evangeline. No sé cono es que aún te llevas con nosotras.─Reí mientras ellas seguían peleando.

─Necesito un cigarrillo. ─Dijo Caroline.─Evangeline, ¿me acompañas?

─Lo siento, pero aún no tolero el olor de esa cosa.

─Como sea.─Se paró y se fue caminando hacia el balcón. Las bebidas llegaron y comenzamos a tomar, poco a poco fui cambiando de bebida y me sentía con mucha energía para bailar.

─¡VAMOS A LA PISTAA!─Las cuatro ya estábamos juntas, salimos de nuestro lugar medio bailando y gritando hasta que llegamos a la pista. Comenzamos saltando y meneando nuestros cuerpos, mi cabellos aveces me estorbaban la vista. A los pocos minutos Clary y Caroline ya tenían parejas, Cloe y yo bailabamos juntas, entre cruzábamos nuestras piernas y nos pegamos aún más. Pero, luego ya no la sentía, lo que sentía eran unas grandes manos en mi cintura, me alejaban de mis amigas. Me asusté hasta que susurraron algo en mi oído, no era cualquier voz, era él.

─ Que gran espectáculo me acabas de dar, pequeña Evangeline.

Era él, era Christopher.