¡Capítulo veintiocho!
─Tengo que entrenar.─Dijo después de un largo silencio. No hemos dicho nada desde que me dijo todo lo de Jessica, el porqué se enteraron de que la haya matado de esa forma y como es que Erick salió sin ninguna orden en su contra. Me sonrió, pero yo no podía, algo me impedía hacerlo. Sin pensarlo dos veces caminé hacia él y lo abracé. Él rodeó sus brazos por arriba de mis hombros y cuando no podía más me eché a llorar, no sabía porque lo hacía, tenía un nudo en la garganta que necesitaba sacar.
─Lo siento tanto, lo siento por tu hermana, por tu madre, por ti, y lo que tuvieron que pasar.─Me separé de él, y lo miré a los ojos. ─Pero, esto no justifica tu comportamiento de ayer, de haber sabido todo esto, si fueras más abierto conmigo, te juro que te hubiese llamado para que enseguida vayas por mi. De hecho, ni siquiera le hubiese dirigido la palabra por miedo y terror.
─Eva, yo enserio lo siento. El enojo me invadió y me desquité injustamente contigo. Te juro que nunca te haría daño, eres mi pequeña, princesa, y eso nada lo va a cambiar. Te quiero tanto que enserio estuve toda la noche arrepentido, no pude dormir por pensar en ti y la fuerza en la que te sujeté.─Su mirada en serio se veía de arrepentimiento, lo sé porque yo la hago siempre con mi padre, pero nada podrá quitarme los moretones tan rápidos, lo quiero tanto que mi corazón se pone pequeño por verlo así. Lo abrazo de nuevo y torpemente acepto su disculpa.
─Solo necesito que me sometas que nunca pasará esto de nuevo, no dejes que el enojo te invada de nuevo si pasa algo que te tenga molesto, puedes contarme y yo buscaré la forma de quitarte el enojo, y sé muy bien como hacer.─Le miré y sonrió, me pongo de puntitas para alcanzar mejor sus labios y darle un corto beso.
─Sin duda eres la mejor.─Él me tomó las mejillas y pegó sus labios con los míos, subí mis pies sobre los de él para ponerme un poco a su altura, y rodeé su cuello con mis brazos.─Tengo que irme, debo entrenar, muñeca.
─No.─Hice un puchero.─Nos acabábamos de reconciliar, quédate.
─Mejor acompáñame, puedes quedarte conmigo.
Esa era una mejor idea, subí a mi habitación por unas cosas y hablé con Katie para tratar de convencerla de que estaré bien. Ella me dejó y solo porque le recordaba a una de sus aventuras de adolescente. Qué loco. Cuando tenía todo, bajé con Christopher y salimos de mi casa para ir al gimnasio y de ahí a su hogar.
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𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.
Fanfictionel sudor que transpiraba en nuestros cuerpos nos recorría a ambos. pero ni eso satisface mi necesidad por que él me toque en donde está prohibido. 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗿𝗲́𝗱𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗮: ﹫hxrry_96