¡Capítulo cinco!
Me quité de encima de Christopher y lo miré, sus labios estaban hinchados y los que eran sus ojos mieles ahora eran un tono más oscuros, tomé mi falda y la bajé hasta acomodarla. Esto no estaba bien. No sé que fue lo que me pasó, fue increíble, pero estuvo mal.
─Yo, lo siento Christopher, pero ya no quiero jugar.─ Y con eso me retiré hacia mi habitación y cerré la puerta con seguro. Me apoyé en esta y me deslicé, tenía una sensación extraña entre mis piernas y cada vez que las movía estas se sentían tan bien.
Caminé hacia mi cama y traté de distraerme, pero, como soy tan torpe olvidé mis libros para leer en donde estaba Christopher. Me controlé un poco, ya era tarde y lo que necesitaba en este momento era dormir.
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Odiaba que las ventanas no tuvieran una cortina o algo para cubrir a la luz del sol. Miré el reloj de pared y ya era tarde, pero lo bueno es que eran vacaciones así que no me preocupé tanto por ello.
Solo una cosa; tenía hambre. Me levanté y caminé al baño, lavé mi cara y mis dientes, me acomodé el cabello y una vez lista salí de la habitación para llegar a la cocina. El olor a tocino y huevos inundó mis fosas nasales, olía demasiado bien.
─¿Mamá?─No hubo respuesta, caminé un poco más hasta que llegué a la puerta. Y la sorpresa que me llevé de nuevo, hizo que tuviera calambres.
La espalda marcada y tonificada de Christopher era lo más sensual que había visto, no tenía pantalones, estaba en unos simples bóxer, y descalzo. Tenia tinta negra en sus brazos y en algunas partes de su espalda. Por Dios, era demasiado sexy.
─B-buenos días.─Él me miró y continuó cocinando.
─Querrás decir buenas tardes, gatita.─Él sobrenombre me hacía volver a los recuerdos de ayer. Fui muy atrevida con él, y no sabía cómo estar cerca de él.
Tomó dos platos del almacén y los colocó en la mesa para luego poner los huevos en uno y el tocino en otro.
¿Y mi madre? Caminé hacia una silla y me senté.
─Alexander le pagó horas extras.─Dijo sin importancia.
─Oh.─Fue todo lo que pude decir. Christopher se sentó frente a mi y comenzó a comer.
─Vamos, hice la comida para los dos. ─ sonreí nerviosa y comencé a tomar un poco de tocino, amaba el tocino. Era lo mejor del mundo.
─Quiero disculparme por lo de anoche, Evangeline.─Wow, no me lo esperaba─No fue mi intención hacerte sentir incómoda u ofendida, yo solo, no debí hacerlo.
No sabía que decir en realidad, ¿acaso se arrepintió? ¡Claro que lo hizo! Tal vez entendió que apenas soy una menor y no disfrutó nada de lo que hice. Un toque de decepción me inundó, no le gustaron mis besos, soy muy torpe.
─Yo lo siento, Christopher. No debí hacer aquello.
─No te preocupes, es mejor olvidarlo. ¿Está bien?
¡Es que yo no quiero olvidarlo!
─Bien.
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𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.
Fiksi Penggemarel sudor que transpiraba en nuestros cuerpos nos recorría a ambos. pero ni eso satisface mi necesidad por que él me toque en donde está prohibido. 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗿𝗲́𝗱𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗮: ﹫hxrry_96