# 𝟐𝟎༉

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¡Capítulo veinte!


Christopher.

Golpeé la bolsa de box mucho más fuerte hasta que me cansé. Me quité los guantes y tomé la toalla para limpiarme el sudor de la frente. Ya no había nadie en el gimnasio y era tarde. Tomé mis cosas y caminé hacia la puerta, pensaba que por ser mi cumpleaños alguien me invitaría a tomar cerveza o bailar, yo que sé. Pero esta mañana, solo recibí mensajes de feliz cumpleaños de parte de Eva.

Evangeline.

Tenia días sin saber de ella, esta mañana solo quise despertar a su lado y poder pasar todo el día con ella. Pero no me hablaba, y hoy me ignoró todas mis llamadas, estaba molesto y triste a la vez por eso.

Me subí a mi auto y emprendí viaje a mi departamento. Al llegar, a través de la ventana del auto pude ver una luz prendida, pero, no era cualquier luz, era baja y no se notaba mucho.

Bajé con la bolsa y entré al edificio, al llegar a la puerta pude sentir un olor extraño, olía bien.

Abrí la puerta y habían pequeñas velas en el camino.

¿Qué deminios?

Cerré la puerta y dejé mi bolsa ahí. Comencé a caminar y más velas llegaban hasta mi habitación.

Feliz cumpleaños, papi.

Abrí y en la cama estaba Eva, con una pierna retirada, y la otra doblada, pasaba sus dedos por sus piernas y sentía como mi polla se ponía dura cuando me miraba con esos ojos.

─Hola, papi.─No lo podía creer, estaba demasiado sexy con ese modelo blanco, se paró y pude admirarla mucho más. Santa mierda.─Tardaste mucho.─Comenzó acercarse y sentía mi garganta seca. Me tomó por los hombros y acercó su boca a mi oído. ─¿Quieres jugar, papi?

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Evangeline.

Subí las medias por arriba de mis rodillas y me acomodé. Christopher se ha tardado más de la hora, solo rogaba porque no se haya ido a beber y ir algún bar con sus amigos.

Mi corazón se detuvo un momento cuando escuché la puerta del departamento abrirse. Mentalmente me preparé, estaba nerviosa y no quería joder las cosas. Puse la pose sexy que vi en unas revistas playboy y cuando la puerta de la habitación se abrió comencé a pasar mis dedos suavemente por mis piernas. Jugaba con la suave tela y entonces, lo miré.

Estaba con la boca media abierta y no se movía.

─Hola, papi.─Traté de dar un toque seductor cuando le hablé. Me acomodé y me paré de la cama quedando como niña indefensa. ─Tardaste mucho. ─Hice un pequeño puchero y caminé hacia él, tenía miedo de que no reaccionara. Coloqué mis manos en sus hombros, recorriendolos y me puse en puntillas para susurrar.─ ¿Quieres jugar?

Comencé a repartir besos en su cuello, y me tomó de la cintura. Lo miré y le di un beso de pico en los labios.

─Evangeline..─Lo cayé poniendo dos de mis dedos en sus labios.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora