# 𝟑𝟏༉

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¡Capítulo treinta y uno!

Tomé la manta y cubrí mi cuerpo desnudo, Christopher salió de mi y se recostó a un lado. Poco a poco fui recobrando la respiración. Volteé mi rostro y él me miraba a mi, pequeñas gotas de sudor se encontraban en su frente y su cabello estaba desordenado.

─¿Te dolió?─Colocó su mano en mi mejilla y la acarició. Negué con la cabeza y sonreí mientras tomaba su mano.

─Me encantó, papi.─Susurré.

─¿Quieres que te folle otra vez?─Reí y asentí.

─Por favor, papi.

Christopher tomó mis caderas y al juntarnos pude sentir su polla, reí antes de besar sus labios. Me subí sobre él y comencé a mover mis caderas haciendo fricción con su dura polla. Sus manos pasaban sobre mi cuerpo y poco a poco bajaron a mi trasero. Lo apretó y movió hacia arriba y abajo.

Me separé de sus labios para respirar y gemir mientras me movía sobre él. Sus manos ahora tomaban mis pequeños pechos y apretaba mis pezones.

Me acerqué de nuevo a sus labios y lo besé muy lento, para luego ir bajando a su cuello. Sus dedos dejaron mis pezones para tomar mi cabello una vez que estuve frente a su polla.

─Chupa la polla de papi, amor.─Susurró, tomé su dura longitud y la pasé por mi lengua desde la base hasta la punta. Hice círculos sobre la punta roja y sentí como Christopher apretaba mi cabello y hacia que me meta más su dura polla a mi boca.─Vamos, Eva. Yo sé que puedes, bebé. ─Abrí mi garganta y Christopher me empujaba más hacia abajo. Sentí los bellos de su cadera sobre mi nariz y cuando fui subiendo chupe la polla de Christopher antes de dejarla, gimió tan fuerte, que sik haberme soltado el cabello, me empujó de nuevo a su polla la cuál acepté en mi boca. Comencé a meterla y sacarla de mi boca, Christopher comenzó a mover sus caderas y su polla se metía mucho más profundo a mi boca. Escuchaba como gemía y apretaba tan duro mi cabello, y eso me excitaba de sobre manera.

El movimiento de sus caderas fue más rápido y por accidente pasé mis dientes sobre lo rojo de su punta. Ahora sí que lo lastimé, joder.

De un duro movimiento me llevó encima de él y sus ojos mieles ahora se veían oscuros.

─¿Qué mierda fue eso?─Habló duramente.

─Papi, lo siento, yo no...

─Cállate y ponte sobre tus rodillas, y tus manos en la cama.─Con miedo me paré para que él se levantara. Hice lo que me pidió y ahora estaba en cuatro sobre la cama.

─Un pequeño castigo.─Dijo antes de soltar una dura palmada sobre mi nalga izquierda. ─No te hará mal, mi pequeña puta.─Sentí otra nalgada y chillé, sentí ardor y dolor.

─Papi, por favor. ─Sentí que iba a llorar pero Christopher me sostuvo por el cuello y me acercó a su cuello, su aliento golpeó mi oreja y susurró.

─No, Eva. Esto lo vas a disfrutar mucho.─Sentí como sus dedos se movían rápido sobre mi clítoris y sin avisarme metió su polla. Regresé mis manos a la cama y seguía de cuatro mientras Christopher me tomaba muy rápido y apretaba mis caderas mientras entraba y salía de mi.

─¡Papi!─Grité al sentir otra nalgada en mi trasero.─Más rápido.

─Joder, cariño. ¿Quieres que te deje sin caminar?

Una

Dos

Tres embestidas para que vaya un poco más lento.

─Por favor, papi.─Rogué, estaba en un jodido nivel de excitación que ni siquiera me conocía. Christopher abrió más mis piernas y palmeó mi clítoris haciendo que me retuerza del dolor. Entró sin avisar fuerte y comenzó a moverse rápido. La última nalgada fue depositada en mi muslo, y la última embestida hizo que me corriera y gritara.

Caí boca abajo y traté de moderar mi respiración, Christopher se colocó a mi lado y su mano tocaba mi trasero delicadamente.

─Lo siento.─Dijo riendo. Genial, acabo de tener el mejor sexo y me pide perdón riendo.

A quién engaño, esto igual me dió un poco de risa. Me acerqué a él y besé sus labios suavemente.

─Eres el mejor, daddy.─Susurré y me acomodé a un costado de él. Me tomó por la cintura y me acercó a él. Cubrimos nuestros cuerpos con la manta y cerré mis ojos. Esta noche fue muy cansada, y lo único que quería era dormir.

Buenas noches, pequeña, recuerda que papi te ama.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora