# 𝟐𝟗༉

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¡Capítulo veintinueve!


─Vuelvo en un momento.─Me dió un corto beso en los labios y luego desapareció entre las máquinas de correr.

Había dejado mis cosas en el auto así que me empeñé a echarle un ojo al lugar, me sentía nerviosa y sola al estar aquí pero era más que obvio que estaba repleto de personas entrenando o haciendo ejercicio. Pude ver a varios jóvenes que parecían de mi edad, alzando pesas y estirando los pies en los ligamentos. El lugar apenas tenía a algunas chicas jóvenes y señoras de edad avanzada a la mía. Me sentía rara por que no dejaban de mirarme, solo tenía una camisa de manga larga y unos pantaloncitos. Toqué mi cuello y al no sentir mi bufanda me sentía muy avergonzada.

─Eva.─La voz de Christopher me asustó por un momento, le sonreí y caminé hacia él. Ahora vestía un short deportivo y una playera sin mangas, dejando al descubierto sus músculos y la tinta de sus tatuajes.

─Grr.─Hice un sonido de gatito pero él no pudo evitar reír. ─¿Por qué mierda eres tan sexy?─Dió una pequeña carcajada y me tomó por la cintura. Acercó su rostro al mío y juntó sus labios y con los míos, poco a poco fue dejando pequeños besos en mi rostro y luego bajó a mi cuello, me asustó un poco que haya bajado allá, pero luego sentí sus húmedos labios y su lengua pasó por mi cuello. Enredé mis dedos en sus rulitos y lo acerqué más a mi.

─Velez.─Alguien indebidamente nos interrumpió, Christopher rió un poco y se alejó de mi.

─Hola, Richard.─Saludò a su amigo.

─Hombre, ¿y quién es esta dulzura?─Se acercó y extendió su mano para que la tome, la tomé con gusto ya que me parecía muy simpático.

─Ella es Evangeline.─Y soltó mi mano muy rápido.

─Woah.─Dijo sorprendido.─La famosa Evangelina. Mucho gusto cariño, soy Richard.

─El gusto es mío. ─Dije amable.

─Llegas tarde.─Su gesto cambió a uno más serio hacía Christopher.

─Me quedé dormido.─Aclaró Christopher.

─Ya hombre, tenemos solo un día, mañana es el gran día. ─Me tensé un poco al recordar con quien se enfrentaría Christopher, mañana él y Erick pelearán y no podía pensar como acabaría esto.

─¡Eva!─La voz de Christopher me devolvió a la realidad, y no había notado que él ya comenzaba a caminar hacia lo que era el ring.

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Me quedé sentada en una silla de manera un poco incómoda, pero la vista era impresionante.

Ya habían pasado más de dos horas desde que estoy aquí y no me aburro, ver Christopher entrenar era mejor que ver televisión o chicos de revistas. En este momento ya no tenía su playera, y había amarrado su cabello en una liga/goma para el cabello. Richard no lo dejaba descansar, el gym ya había cerrado y solo éramos nosotros tres.

─¡No siento esos puños Velez, más fuerte!─Gritó Richard, Christopher no parecía cansado, comenzó a golpear las manos cubiertas de Richard y me impresionaba la fuerza que tenía. Dos golpes más y Christopher ya había dejado de golpear.

─Mañana a las 5 para entrenar un poco más, hasta mañana.─Se despidieron en el ring y Richard tomó sus cosas, y caminó hacia la puerta.─¡Hasta luego, Evangeline!─La despedida de Richard se escuchó por todo el gym y me paré para acercarme a Chris, me tomó de la cadera y me pegó a su cuerpo sudoroso.

─Por Dios Eva, ya quiero llegar a casa.─Dijo sujetando mi trasero. Me reí y pasé mis manos por sus hombros sudorosas, en realidad no sé me hacía algo sucio ya que él y yo hemos sudado juntos al momento del sexo.

Vamos a casa, papi.

𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲, 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora