Diana
No podía creer que me dijera que yo también le gustaba, me hizo tan feliz escuchar esas palabras de sus labios porqué yo sentía que lo que estaba sintiendo en este momento era eso que llaman amor, me hacía sentir muy feliz cada que estaba cerca de mi, pero infeliz cuando no me sentía a su altura, cuando yo no era la mujer indicada para tener algo bonito y duradero con ella, yo solo era una prostituta que había pasado por miles de hombres que nunca se detuvieron a pensar en algo mas que en sexo y sus sentidos.
Pero apareció ella de la nada y basto tan solo un instante, un breve encuentro y solo un roce de sus manos sobre mi piel para provocar muchas sensaciones en mí que hasta ese día habían sido desconocidas para mi y desde aquel día ansiaba volverme a sentir así de nuevo, cuando estaba mayormente convencida de que mi vida era una basura ella llegó a mi, me salvo de morir y de hundirme en la depresión que venía arrastrando de meses atrás. Quién imaginaría que de ese inocente masaje ella borraría de mi todas las falsas caricias que recibí y aquellos horribles besos llenos de alcohol, que ella llenaría mi sexo de gloria dejando atrás el infierno haciéndome saber que no quería volver a ese lugar, porque yo quería ser algo más para mi y algo más para ella, pero tanto ella como yo teníamos miedo de no ser lo que esperábamos la una de la otra y entendía su miedo de dejarse llevar por sus sentimientos hacia mi, quizás yo en su lugar ni siquiera me hubiera atrevido a tocarla, besarla y mucho menos hacerle el amor de la manera en que me lo hizo ella, tan solo de pensar me excitaba, recordar sus manos en mi piel, su boca sobre la mía y su aroma invadiendo mis pulmones era lo mas increíble para mi.
Cuando baje a tomar el café Mario ya no estaba, alguien más había tomado su lugar y este sujeto no me agradó nada en cuanto lo vi, sus facciones eran frías y calculadoras, sus ojos me miraron con cierto desdén, también note que a Astrid tampoco le caía bien, la vi comportarse demasiado seria y se mantenía al margen tanto conmigo como con él, sabía que lo hacía para no levantar sospechas y yo me mantuve alejada de ambos ya que se sentía la tensión.
-Él no me agrada – me dijo en voz baja cuando entró a la cocina a lavarse las manos para comer.
-A mi tampoco.
Pronto guardamos silencio porque enseguida llegó él para plantarse a la mesa sin siquiera lavarse las manos, era el típico “macho” que se creía el mejor de todos, comimos en silencio hasta que a él se le ocurrió abrir la boca sólo para ofenderme.
- Para ser una puta – dijo con despectivo desdén – cocinas bien.
-No tienes porque ofenderla – le dijo Astrid molesta.
-No me digas “lenchita” que te quieres acostar con ella.
-Eres una maldita porquería – dijo Astrid llena de rabia.
Él se levantó de la mesa y se marchó, mientras que Astrid estaba mas que enojada con él, no la había visto así y no me gustaba ver ese lado ya que me recordaba a ese que trató de matarme, pero sabía que ella estaba muy lejos de ser como él. Con temor me atreví a tomar su mano, ella aceptó el gesto y me dedicó una media sonrisa, mientras que la mía fue completa porque para ella yo no tenía nada a medias, desde aquella noche en que fui suya y lo seguiría siendo cada día de mi vida, la mire hasta que su enojó pasó, lave los platos mientras ella seguía aún sentada en la mesa mirándome, cuando terminé ella me extendió su mano la cual tome sin dudar, me jalo hacia ella, me tomo de la cintura y me beso en los labios, aunque fue breve no dejó de gustarme y de hacer que mi corazón latiera desaforadamente como si me diera un ataque al corazón.
Hasta ese entonces salió de la cocina y poco después salí yo para ir de nuevo a mi cuarto ya que no pensaba estar cerca de él y Astrid también me lo había sugerido, aunque no me lo dijera yo sabía que no confiaba en él, las horas pasaron lentas encerrada en mi cuarto sin hacer nada, solo mirar el techo y hacer uno que otro ejercicio para sacudirme el estrés.
![](https://img.wattpad.com/cover/205641186-288-k362002.jpg)
ESTÁS LEYENDO
DESCUBRIENDO EL AMOR
DragosteElla era una prostituta, pero a Astrid no le importó ya que su pasado tenía que ver con algo parecido ademas de que vivió violencia, pero ahora ya todo era cosa del pasado, era una inspectora de la policía y vivía de manera decente con su madre has...