Bonita Casualidad - Caché

Lagrimas.

El chófer abrió las dos puertas para hacernos subir mirándome de reojo,
sabía que algo pasaba entre nosotras o bueno si así se le podía llamar "algo".
En el camino la castaña me deleito con su hermosa voz en un show A capella, el cual me encantó. Amaba su voz.

- Podría escucharte para siempre. - admití embobada.

- Yo sé - guiño un ojo.

Su acción me provocó mariposas, creo.

En cuanto llegamos al lugar, nos recibió una mujer alta que parecía conocer a Daniela.

- Dani!. - dijo la mujer al vernos subir las escaleras de la entrada.

- Hola Zoe. - respondió al saludo muy amablemente.
- Como estás?. - atenta respondio la castaña.

- Bien gracias, el mismo lugar de siempre? - nos guió a una mesa en un rincon con cojines en el suelo, el lugar parecía ser japonés o algún estilo del medio oriente.

Nos sentamos recibiendo el menú de parte de la chica.

- Vienes seguido? - pregunté al notar la confianza entre estás dos mujeres.

- Así es, amo este lugar. - sonrió tocando su barriga. - tengo hambre, te gusta el ramen? - me preguntó con la vista en la carta.

- Jamás lo he probado - respondí curiosa por ese plato que Daniela me estaba ofreciendo.

- Te vas a morir - la castaña levantó su mano avisando a la mujer que íbamos a ordenar. - queremos pedir dos platos de ramen, el típico de la casa, y una botella de vino por favor.

Sorprendida por la bebida mire a la castaña.

- Que? No te gusta el vino? - pregunto apoyando sus codos sobre la mesa.

- Me encanta. - dije copiando la acción de Daniela. - no hay nada como un buen vino.

- Concuerdo.

En cuanto llego la comida, mire con intriga el plato, era un boul que tenia una sopa con fideos y carne, "ramen". Calle sirvió en las copas el vino, levantando la suya para brindar.

- Y por qué brindamos - dije alzando la mía.

- Por el sabor del vino. - chocamos las copas, bebí un sorbo. - exquisito, ahora prueba el plato.

Tome los palillos, los cuales se me dificultaba el agarre, la castaña se reía de mis intentos.

- Quieres un tenedor o cuchara? - pregunto entre risas.

- No, está bien - me reí también.

Cuando pude llevarme a la boca un poco de la sopa pude apreciar el exquisito sabor de esta. Era realmente deliciosa, hacía muchísimo no comía algo tan rico.

- Wow - cerré mis ojos degustando el plato. - está delicioso. - abrí demasiado los ojos.

- Te dije. - comenzó a comer su plato también.

Continuamos con la comida, hablando de distintos temas, hablamos del concierto, de los vestuarios, de las coreografías, en ningún momento tocamos el tema de aquella noche en la terraza de Laura.

- Y tus padres de que trabajan? - pregunto Daniela mientras terminaba su plato.

- Mí papá es arquitecto. - respondí al llevarme la copa a mí boca.

- Wow que coincidencia, mí mamá también. - dijo sonriente.
- Y tu mamá? - esa pregunta me congelo, jamás hablaba de lo que le había pasado a mí mamá, era un tema súper sencible para mí que solo traía malos recuerdos a mí mente.