Baje del ascensor tomando camino hacia afuera del edificio, la ví apoyada en la puerta del auto desde adentro con su teléfono en mano, se veía tan hermosa así, distraída. Salí viéndola bajar para recibirme allí, me miro con una sonrisa que realmente extrañaba, abrió la puerta del carro permitiéndome subir, me senté acomodando el cinturón mientras ella del otro lado subía también.— Hola — dijo con una sonrisa al acomodarse en el asiento.— como amaneciste?. — encendió el motor avanzando.
— Bien y tú? — me incorpore mirando hacia ella.
— Muy bien — prendió la radio, allí se escuchaba "Blank Space" de Taylor Swift.
Al principio tarareamos la canción, pero luego fuimos cantando a todo pulmón, compartíamos ese gusto por la música, éramos fans totales de la rubia, la voz de ella siempre retumbaba más que la mía y no me podía quejar, era como el canto de un ángel. Durante el camino no pude evitar mirar su cara, su pelo, se veía tan linda, traía una camiseta blanca con un sweeter color gris que tenía un poco abierto en la parte de arriba que permitía ver por encima de su busto y un jean negro con roturas en las rodillas. Era un clásico en ella vestirse bien.
En este mes y medio que había pasado, analicé mi vida demasiado, salí en una cita, más o menos disfrazada con Johan, pero le dejé muy claro que no estaba interesada, el era un muy buen amigo mío que quería un monton, pero éramos solo eso, amigos. Por más de que no pensaba en ella, siempre estaba en mi cabeza, siempre rondaba mis ideas, y desde que iba al psicólogo mi mente se había aclarado muchísimo más, tenía todo más ordenado, tomaba decisiones más arriesgadas, pero que me permitían vivir al máximo.
Al llegar al lugar bajamos del auto, caminamos a la par hasta la entrada. Cuando acomodó su cabello al ingresar, no pude evitar notar su nuevo tatuaje en la nuca que decía "Girls" en letra de máquina de escribir, tenía un toque vintage que me encantaba, le quedaba divino.
— Me encanta ese tatuaje — dije adelantandome para llegar a la fila de compra, sentí su risita detrás mío.
Al estar ya en la mesa comenzamos a hablar, no podía evitar ver sus hermosos labios que se apreciaban más carnosos y con más volumen, en un tono rojo fuerte que podía conmigo, la forma en la que movía sus manos y acomodaba su pelo, parecía una película antigua en la que enfocan a la mujer con sus delicadas manos. Ella no estaba en desventaja, podía notar como en toda la comida había puesto su mirada en mis labios.
Nos contamos cosas que jamás habíamos hablado, era como si nos estuviésemos conociendo de nuevo y de verdad. Conversamos de este mes y medio en el que nos habíamos dedicado dos palabras y nada más, hasta que llegamos al tema que sabía que había rondado por la cabeza de ambas.
— Adelante — rompió un mínimo silenció que se había formado — se lo que me quieres preguntar Poché, está bien.
— Ella no quiso decirme mucho — me lleve la taza para darle un sorbo al café — Se solamente su versión — pose mi mirada en ella, era clara su incomodidad al respecto.
— Todo el mundo sabe solamente su versión — dijo bajando la mirada, mientras delineaba el borde de la taza con su dedo índice.
— Bueno, cuéntame la tuya — me adelante un poco para que notara mi interés. — quiero saberla.
Unos días después de aquella fiesta en la que todo termino en caos, Laura, llegó llorando desesperada a mi departamento a las 4 AM, su maquillaje estaba corrido y su ropa empapada por la tormenta que había esa madrugada, se adentro y serví café para las dos, cuando estuvo más calmada, comenzó a explicar lo que había ocurrido, había estado bebiendo en un bar con un par de amigos, conoció a dos hombres, según su descripción uno era flaco, alto, armado y moreno, y el otro simplemente "rellenito". Entre charla y charla, Laura, había decidido irse a su departamento con el primer chico, estaban ambos tomados por lo que no se hicieron preguntas personales, como por ejemplo si estaban en pareja, cosa que Laura, Sí.
Lo que pasó fue que en medio de una sesión de besos bastante prendidos, la castaña llegó al lugar encontrándose la escena de su novia con un hombre semi desnudo sobre el sofá del living. Laura salió de ahí siendo echada por Daniela, y tomo camino hacia mi casa.
Pero como era mi amiga, Laura siempre explicaba las cosas a su favor, que "Daniela no le daba lo que ella necesitaba" , que "Estábamos pasando por un momento difícil", "Me dejé llevar por el alcohol", "Ella se lo busco", y más excusas que simplemente no tenían sentido, pero como era mi amiga y yo quería apoyarla, fingía pena y tristeza por ella y su situación, pero en realidad me parecía idiota la actitud de Laura, engañaba a su novia. Daniela Calle, semejante mujerón a su lado y lo echaba a perder.
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Bonita Casualidad - Caché
Fiksi PenggemarLas casualidades ocurren debido al destinó, son dos fuerzas totalmente diferentes pero que al mismo tiempo están relacionadas. Así fue para María José, quién tenía una vida que hacia afuera, era perfecta pero por dentro estaba cargada de odio y dolo...