Ha Sido un Placer

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Pov Daniela

La última semana se había pasado rápido, Poché y yo, habíamos estado averiguando sobre una academia de teatro aquí en Colombia, y alguien que pudiera recomendarme a la hora de dejar la música. Por todos los problemas que surgirían con los papeles, y los derechos de las canciones, para que yo pudiera elegir cuando si y cuando no seguir con esta. Tendría que ser como empezar de nuevo, pero ya tenía un reconocimiento, que me ayudaría a no morir en el mundo de la fama.

Hacer teatro sería otra oportunidad para mí, es algo que siempre quise hacer, y siento que este es el momento perfecto.

Poché se contacto con un productor musical y también manager, que era profesor en su universidad. Así que lo llamo, para que me ayudara en todo lo que fuera necesario. Tendría que verlo hoy en la tarde, antes de mi reunión con Nela, Kim y Amalia.

Nela y Amalia nos habían invitado a su casa, para tomar algo, y de pasó conocieran a Poché en la faceta de novia, la cual en realidad no estaba 100% definida. Pero pronto lo estara, cuando le pida a Poché que sea mi novia.

Ella jamás se lo esperaría, y menos que menos va a pensar que después de que le dije que no sabía si dar el paso, yo voy a ir a pedírselo. Me tenía emocionada sorprenderla, tenía pensado hacerlo súper tranquilo y relajado, pero en un momento en el que no se diera cuenta. Así sería muchísimo más sorpresivo.

Me encontraba acostada viendo televisión, en mi pijama de oso, arropada a más no poder. Poché se había ido luego de almorzar a la peluquería, en dónde tendría su cambio de look, venía días hablando de eso, pero nunca me decía que era exactamente lo que se haría, eso también me tenía intrigada.

Ya no sería más pelos azules, ahora sería.....¿que sería? — pensé

Escuché la puerta de la entrada sonar, y con ella la voz de Poché. Sonreí al verla entrar a la habitación. Traía un hoodie negro con capucha que cubría todo su cabello. Me reí instantáneamente.

— ¡¿Que haces con eso en la cabeza?!— dije entre risas. — Quitatelo que quiero ver tu nuevo cabello.

— Bueno bueno, pero antes dame un beso, saludame! — dijo agarrando con fuerza la capucha para que no se saliera. Me acerque y deposite un pequeño beso en su nariz. Ella se alejó y se dió la vuelta.

— Ha sido un placer pelos azules — dije mirando al techo, mientras secaba una lágrima falsa.

— Ya cállate — dijo en medio de una carcajada. — Tu no te esperas esto — dijo antes de sacarse el hoodie.

Mi cara intento no hacer ningún tipo de mueca, pero me era imposible evitar decir algo respecto a ese pelo rojo que cubría su cabeza. Estaba totalmente peliroja, de todas las ideas que tenía sobre lo que se haría jamás imaginé que esto sería el resultado.

— No vas a decir nada? — preguntó modelando.

— Yo...Wow — fue lo único que pude decir.

— ¿Te gusta? — preguntó otra vez con un puchero.

— Está muy...distinto — dije dudosa.

— No te gusta, wow, al menos podrías haberlo disimulado.—

— Es que...amor — dije sin saber que decir. — Yo- no se que decir. Es algo...diferente a lo que tenía en mente.

— Ah pues perfecto, ya vuelvo iré a qué me hagan lo que tú quieras. — Entro al baño cerrando de un portazo.

Me acerque y toque unas cuantas veces sin oír respuesta de su parte.

Clásico de ella, encerrarse en algún lugar.

Bonita Casualidad - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora