La Pasta de Mamá

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(días después)

Pov Daniela

El sonido de la música proviniente del living me hizo saltar de la cama. Un sueño y cansancio me invadió el cuerpo, y las ganas de aferrarme a la almohada fueron notorias. Me levanté a regañadientes, arrastrando los pies. Mi pelo probablemente era un desastre y mi cara, muchísimo peor. Tomé una camiseta talla grande y caminé hasta la puerta.

Al abrirla pude ver a una alegre Poché limpiando y ordenando mientras bailaba, en calzones y con una sudadera. Me apoyé en el marco de la puerta y comencé a admirarla.

Se movía con la escoba como si está fuera un micrófono, bailaba dándole un show a la puerta ñrincipal. Lo mejor de todo fue cuando empezó a imitar a Bad Bunny cantando "Yo perreo sola". Se veía tan hermosa, solo ella podía verse así a las 11 AM apenas levantada.

— Que ningún baboso se le pegué — la forma que hacía con su boca y como se agachaba fue demasiado para mí y no pude evitar soltar una carcajada que la hizo percatarse de mi presencia asustandose. — Estúpida, me asustaste — llevo su mano al pecho mientras se reía, sus pómulos estaban rojos como un tomate.

— Que estás haciendo — llegué a abrazarla por la cintura. Besando con cariño su cuello.

— Tenía ganas de hacer algo y ALGUIEN dormía — hizo un puchero.— Me aburría — fingió un lágrima.

— Me extrañabas — besé su boca mordiendo su labio inferior. — Me hubieras despertado.

Se agarró de mi cuello, yo tomé su cintura y comencé a besarla más fuerte.

— Quería dejarte dormir tranquila — hizo un puchero que me derritió.

La última estrofa de la canción se esfumó, y una bachata se reprodujo en toda la casa.

Nuestras bocas se separaron y mi mano fue a la espalda baja de Poché y comenzamos bailar al ritmo de la música, nuestras caderas estaban sincronizadas. Nos moviamos de un lado al otro al compás de "Obsesión" de Aventura.

— Usted baila muy bien señorita Garzón. — dije haciéndola dar una vuelta. — Debería bailar más seguido para mí.

— Lo siento, pero debo terminar de limpiar señora Calle. — dijo tomando nuevamente la escoba.

— No no — la tironee cayendo junto con ella en el sofá. — Hoy no vas a escaparte de mí. — dije besandola. — Tengo una obsesión contigo, sabías?

— Interesante — dijo entre risas. — Me pasa lo mismo. — beso mi mejilla.

Estábamos solo abrazadas y dándonos besos, sin buscar algo más, solo pasándola bien juntas, como una....pareja? En eso sonó el timbre y maldije a todos los cielos, por interrumpir ese momento tan preciado.

— Fuck — lleve mi cabeza hacia atrás — Voy a asesinar a alguien — ella se carcajeo. — Hablo en serio!

— Yo te ayudo a esconder el cuerpo, tu tranquila — dijo riendo.

Me levanté acomodando mi pelo y miré por la mirilla. La señora Giménez del cuarto B estaba con una cara de enojo en la puerta.

— Señora Giménez — dije suspirando al abrir, su cara no mostraba el entusiasmo que intenté darle a la conversación. — ¿En qué la ayudo?

Miro a poché a lo lejos y volvió a mí, me miró de arriba abajo viendo mi pinta. En ese momento cerré un poco para esconder mis piernas detrás de la puerta.

— Su música está demasiado fuerte — dijo con un tono un tanto superior, ella era la encargada del edificio. — ¿Podrían por favor bajarla? No quiero problemas Daniela.

Bonita Casualidad - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora