Estúpido cupido [KookGi]

11- Min YoonGi

El sonido de la alarma lo despertó con un gruñido desgarrador. Estaba tan cansado y tan agotado, que hasta incluso se llegó a preguntar si realmente era necesario levantarse a esa hora para asistir a un trabajo, el cual lo cansaba cuatro veces más que los días de oficina, en una empresa normal.

Alargó su brazo hasta llegar al teléfono y para así apagar la espeluznante alarma, pero levantó la cabeza al ver que el sonido no era proveniente de su celular, y peor aún, que no se encontraba en el sofá, sino que en su cama. Se levantó rápidamente, cayendo en cuenta que había dormido al lado de YoonGi toda la noche. 

Al darse cuenta de la situación, sus mejillas se calentaron como el clima de verano y su cuerpo tembló como un pequeño niño. 

Descendió su mirada hasta llegar al dormido cuerpo que se encontraba a su lado y tragó saliva al ver como el chico  descansaba felizmente a su lado. Era increíble como lucia tan tranquilo y en paz cada vez que descansaba al dormir, incluso cuando había un horrible sonido en el ambiente que martilleaba el cerebro de Jeongguk. 

Se obligó a sí mismo a levantarse y caminó en busca del horrible sonido, dándose cuenta que en realidad, era el timbre de su casa.

¿Quién demonios aparecía a las cuatro de la mañana para estar tocando su timbre de forma tan insistente? 

Abrió somnoliento la puerta y se sorprendió al ser empujado a un lado por Taehyung, quién pasaba con una computadora en la mano. Llevaba una expresión de sorpresa y seguía con la vestimenta del uniforme de la estación de policía, dando a entender que no había dormido nada desde la última vez que lo vio.

— ¡YoonGi – Ah! — gritó desde la isla, en donde se sentó acomodando la laptop. — ¡Rápido! — gritó otra vez, provocando que Jeon lo mirara enojado. 

¿Quién se creía para llamar a yoongi de forma tan informal, a las cuatro de la mañana?

— Mmmhh. — Escucharon los dos un quejido que provenía de la entrada de su cuarto. Jeon dirigió su vista hacia él y de inmediato la bajo, sintiéndose avergonzado justo después de haber visto a YoonGi recién despertado.

Nunca se acostumbraría a lo bonito que se veía al despertar.

— Yoongi-ah he conseguido las grabaciones de ese día. — El chico de cabellos blancos asintió perezosamente mientras se sentaba a su lado, aun somnoliento. Después de todo seguía siendo las cuatro de la mañana.  Con un bostezo posó su cara en la palma de su mano. — No te pude ver a ti, pero descubrí la grabación gracias a que en ella estaba Jeon actuando como un verdadero lunático hablandole a la nada. No sé como Jieun pudo seguirle el juego si estaba prácticamente hablando solo.

— Hola Tae, es bueno verte. —  Habló con ironía el policía de cabellos negros. Rodó los ojos al ver que ninguno de los dos le dirigió una mirada en forma de respuesta a su comentario y caminó de vuelta hacia su habitación.  — Claro, es mi departamento, pero ninguno de los dos me presta atención. — Refunfuñó cruzándose de brazos.  — Esto parece un centro social de acogida.— Murmuró acostándose en su cama para seguir su descanso. Cerró sus ojos cansado, con la molestia entre sus entrañas, dejando que el sueño lo dominara, fluyendo a través del oscuro camino de la somnolencia hacia un lugar extraño y desconocido, pero que a la misma vez, se le hacía familiar. 

El sueño le había llegado más rápido de lo que pensaba.

Abrió los ojos de golpe, con una bocanada de aire entrando en sus pulmones y miró a su alrededor extrañado.