— Necesito una explicación, porque realmente no estoy entiendo nada, gracias. — Taehyung interrumpió el momento, provocando que YoonGi saliera del pequeño entrance en el que de había quedado al momento de observar a Seokjin.
— No puedes ser Kim namjoon. — Susurró sin poder creerlo observando — Kim Namjoon murió hace mucho tiempo.. —Susurró recordando las palabras de San. — Hoseok te hubiera detectado, él hubiera...
— Pero estoy aquí. — Yoon sin entender le miró totalmente confundido. — Creo que deberíamos hablar en privado. — Jeongguk agarró la mano de YoonGi en señal de que él también estaría, pero la mirada que le dio Namjoon provocó que le soltara inmediatamente. Era como mirar a la muerte directamente a los ojos. Una mirada que nunca antes había presenciado.— Jeongguk y Taehyung ayuden a Seokjin, denle algo de comer mientras yo tengo una charla con Min YoonGi, después pueden entregarme los reportes.
— Ni siquiera conoce a Yoongi ¿Por qué razón querría hablar con él? — Jeongguk se colocó delante de Min evitando su mirada de manera inmediata. Su capitán le dio una vista melancólica ante su acción protectora y suspiró encogiéndose los hombros, relajándose a la vez que lamía sus labios antes de hablar.
— ¿Ustedes dos nunca van a cambiar verdad? — YoonGi se quedó quieto en su puesto. — Supongo que es algo que ni siquiera yugyeom pudo controlar. — Dedicó una vista hacia el cielo. — A ti te habría hecho mucha gracia. — Apuntó a Jeongguk con una sonrisa. — Ahora ve, necesito hablar a solas con Min.
El peligro tragó saliva sintiendo como su cuerpo se encontraba en total alerta. Aferrándose a la idea de que si lo dejaba ir definitivamente sería una mala idea. Como si ya hubiese vivido está situación antes.
— Jeon...— Susurró el pálido tocándole el hombro, sacándolo del pequeño trance en el que se encontraba.— Estaré bien...— Estiró sus manos hasta llegar a la cintura de Jeongguk y le dio vuelta para que quedaran frente a frente y le acarició la cara con suavidad. Jeon se estremeció ante el cariñoso tacto y cerró sus ojos por un segundo juntando sus frentes, dejándose llevar ante la cercania.— Puedo cuidarme solo, sé que te preocupa, pero creo que es buena idea que Namjoon y yo podamos conversar ¿Sí? No me va a pasar nada.— El pelinegro abrió sus ojos y le observó por unos segundos, para luego bajar su mirada hasta sus labios y vacilar por un momento.
El contrario sonrió de manera tranquila y depositó un beso en la mejilla del pelinegro.
— Está bien. — Respondió luego de unos segundos dándole un beso en la frente, de la misma manera que san lo habia hecho y se dio media vuelta para observar al más alto. Asintió con su cabeza de manera formal junto a una reverencia y le hizo una seña a Taehyung para que avanzaran. Tomó a Seokjin del brazo con delicadeza para que fuera con ellos y el chico les siguió, un poco desorientado.
— Ven, vamos a mi oficina, creo que ahí deberíamos tener la privacidad que necesitamos. — Su ronca voz dejó que YoonGi divagara en sus recuerdos, recordaba aquél tono, pero estaba seguro que nunca había conocido a Kim Namjoon antes. — Sígueme. — YoonGi lo siguió por la estación hasta llegar al fondo del pasillo y subió en dirección hacia los pisos que se encontraban en la parte superior de la estación. Luego, avanzó hasta llegar a la parte derecha del piso que albergaba una puerta de color caoba y que llevaba una placa de metal con el nombre de Kim Namjoon.
Las paredes de la oficina se encontraba decorada con cuadros de honor que llenaban en lugar con honor y nobleza junto a unocuantos diplomas bajo el nombre de Kim Namjoon.
Detrás de estos cuadros, grandes paredes de madera oscura con detalles rojos decoraban la oficina de una manera tradicional, como si se tratase de una pequeña representación a los edificios antiguos en la época de silla. Sin embargo, aquellas grandes vigas que semejanza la estructura de la época antigua no había sido lo que más le había sorprendido, sino que había sido precisamente un cuadro en especial que se encontraba en el centro de la oficina.
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Estúpido cupido [KookGi]
Romance- Entonces esperas que me crea toda esa mierda de que eres un Angel del amor y que tú única intención era enamorar a la gente. El chico de cabellos blancos asintió con total seguridad de sus palabras. - No me vengas con cuentos, dime tu nombre angel...