15. Caroline hearts.

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— ¡Facilisimo!

— Lo haremos.

— bien.

Los chicos y yo por fin teníamos el plan perfecto para salvar a Ben, faltaba una cosa por hacer; por lo menos de mi parte.

Debía visitar un lugar antes de irme, y eso sin duda debía ser la casa de la bruja de mazapán. Allí se encontraba la mismísima Ginger Breadhouse, una niña castaña, pálida y con muy buen gusto para los dulces. Tenia 8 años, y era lo más cercano a una hermana súper menor dejando a mal de lado.

Mientras los chicos regresaban a auradon por la varita las chicas conversaban sus diferencias y secretos, Zus y yo decidimos pasearnos por los oscuros callejones los cuales conocía como la palma de mi mano, chico iba a mi lado trotando y hablando sin cesar pero en voz baja. La gente nos miraba con repulsión, y más a una traidora, según ellos, pero eso no me importaba.

El cartel de neón con las palabras, Abracadabra llamo mi atención con una sonrisa abrí dejando escuchar la campanilla, buscaba esa cabellera marrón o esa sonrisa que siempre me alegraba.

Ella estaba ahí.

Distraída con un cliente, Gil.

— ¡Hey hola Eliz y sujeto que no reconozco! ¿Como están? — vociferó y me pareció lo mas tonto pero adorable posible.

Ginger al escuchar mi nombre corrió literalmente fuera del mostrador a recibirme, mi mirada escaneó a un Zus dulce mirando hacia la niña, la cargué en brazos en lo que ella se disponía hablar.

— ¡Eliz! ¡Escuche todo por televisión! ¡¿Te casaste con un príncipe!? ¡Como lo soñé!.

Yo reí y afiance mi agarre soltando unas diminutas lágrimas, sentí sus pequeños brazos en mi cuello.

— Si,si, si. — Repetí con risas mientras la giraba en mis talones.

Ella también río y Zus se acercó posándose detrás de mi espalda, Ginger lo miró con un brillo especial en sus pupilas.

— Un placer conocerla, my lady — Dijo mi novio de forma ronca, la niña abrió su boca ligeramente sin despegar la mirada del chico quien le Sonreía cortés.

La bajé de mis brazos y Apoyé mi espalda en el torso de Zus quién estudió el rostro de la niña apoyando su mentón en mi hombro.

En ese momento chico habló acaparando la atención de la niña declinando todo pensamiento del príncipe.

— ¡Quiero galletas!

—  Chico...

— ¿¡Un perro que habla!? — Gritó en llevando sus manos a su pecho — ¡Genial!

Menee mi cabeza, y miré a Gil el cual se encogió de hombros.

— Deberías estar con Uma.

Hizo un ademán con un extraño sonido perteneciente a sus cuerdas vocales.

— Tenia hambre y Ginger es la única que regala dulces, por lo menos a mi.

Yo reí ante sus palabras, se excusó de que tenía que regresar con uma, lo dejamos ir púes sabíamos que la de rastras tenia en cuenta que estábamos aquí.

— Se hace tarde — Susurró el Rubió en mi oreja dejando un diminuto beso en la zona, suspiro y miré a la niña acariciar a chico quién meneaba su cola a gusto con el cariño.

The Moons Curse→ Descendants.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora