— Estaremos bien — Dije en voz baja con mi vista puesta en él, milagrosamente las heridas de ben dejaron de sangrar y empezaban a cicatrizar; Su espalda magullada estaba envuelta en las vendas las cuales estaban manchadas de su propia sangré también le había hecho una pequeña transfusión por medio de una vía en su brazo, estaba recuperando su color natural y ya no estaba débil.
Cerré la puerta detrás de mi y me acerqué a la gran cama donde estaba postrado con sus ojos puestos en el techó, apreté su mano y sus ojos buscaron los mios rápidamente.
Sonreí por medio de un suspiró y me aparté dejándolo relajarse, ya había ropa de mi pertenencia en nuestro cuarto por lo que fui a ducharme dejando que mis pensamientos desaparecieran con el agua de la regadera. Cuando salí envuelta en toallas, tanto mi cuerpo como mi cabello, me sorprendió verlo erguido en la cama dándome la espalda.
— ¿Zus? — Se volvió hacia mí rápidamente con una sonrisa.
— ¡Hey!
Dejé mi cepillo en una de las repisas mientras le daba la cara, él ya se encontraba ensimismado en su teléfono mordiendo su labio inferior cuando me vio lo dejo de lado y sonrió palmeando el lugar a su lado.
Salté cayendo en el lugar indicado, él nos arropó con las sábanas y juntos cerramos los ojos no sin antes desearnos una feliz noche, abrazados.
Me había levantado temprano colocándome uno de mis vestidos, hoy era el día de evie.
Miré hacia él quien yacía plácidamente dormido, Sonreí por inercia y me dispuse a vestirme en dirección a mi habitación para no despertarlo. A Pegazus lo levantarían a los pocos minutos; me divertía dejarlo dormir más que yo, púes sabía que se molestaría cuando lo despertarán y eso me provocaba demasiada risa.
Ya preparada con un vestido color negro oscuro hasta mis pies, con bordados dorados por el enfrente. Traía una falda del mismo color oscuro de mi cintura para abajo lo cual esa parte no tenia bordado, era mangas largas las cuales si estaban decoradas sutilmente; las ayudantes habían dejado mi cabello suelto con una corona no tan exagerada en mi cabeza, traía uno de los collares que mamá me había regalado hace poco. Una inmensa piedra color negra, usaba zapatillas no tan bajas, era un desastre para caminar con tacones. Y mi rostro tenia una fina capa de maquillaje, sencillo.
— Otra vez, dejame decirte que te ves hermosa — Dijo evie por medio del espejo, yo Sonreí y giré dándole un abrazo.
— Gracias.
— Seras una excelente reina — Dije una vez nos separamos colocando mis manos en mi cintura, ella asintió y mal se acerco con una pequeña sonrisa.
— Hey.
— Lo siento — Esa disculpa nos tomó desprevenida tanto a evie como a mi por lo cual compartimos una mirada para luego centrarla en la pelimorada.
— ¿Porque mal?
La nombrada encogió sus hombros.
— Por todo, no debió pasar lo que sucedió. — Habló mirando fijamente a evie yo suspire y me acerqué a ella envolviéndola en un abrazo cálido al igual que la peliazúl.
— No tuviste la culpa, nadie. No esta en las mejores condiciones pero ben es fuerte. — Dije esperanzada apoyando mi mentón en su cabeza, su novia asintió de acuerdo con mis palabras.
Carlos y jay también aparecieron en la escena tomándonos por sorpresa, nos envolvimos en un abrazo grupal.
— Así que, ¿Te casarás?
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The Moons Curse→ Descendants.
Fantasy- Se tu misma, y no le hagas caso a los demás. - Demuestren que una villana puede ser cálida sin ser pecaminosa, hijas mías. Es lo único que me suplico antes de partir fuera de su alcance.