11. I'm the queen

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Mis ojos escaneaban la similitud en el extenso jardín, mi capa ondeando a causa del tenue aire fresco.

— ¿Seguro que esto es lo que quieres? — Me pregunté a mi misma con mis manos en una de las hermosas flores.

— También estoy indeciso — Dijo éste apareciendo de repente posando sus manos en mi cintura, no quería verlo al rostro por lo que susurré para ambos por encima de mi hombro.

— No lo se zus, ben y evie se ven muy claros con lo que quieren hacer.

El suspiro en mi cuello y yo me estremeci.

— A mi hermano solo le importa lo que piensen los demás, Alex.

Yo no contesté.

— Sabes que debemos decirles.

El volvió a soltar un pesado suspiró esta vez apartándose yo me volví hacia el, lucia exasperado. Acaricie su rubio cabello largo apartándolo de sus ojos diferentemente coloridos, el me estudio por un largo rato en donde creí que sopesaba nuestras opciones.

— No dudó de que estoy enamorado de ti, A. — Protestó luego de plantar sus labios contra los mios, yo envolvi mis brazo en su cuello al igual que él en mi cintura.

De un momento a otro me encontraba sola en el jardín de rosas, estudié todo a mi alrededor desesperada.

— ¡Pegazus! — Repetía constantemente, entre al jardín de rosas pintadas de rojo corriendo por todo lo que resultó ser un laberinto.

Me encontraba en una encrucijada al no comprender el camino a la salida, pero algo me alertó, más bien alguien.

Era una pesadilla andante.

— ¡Hola querida! — Chilló esa voz insoportable a mis espaldas no quería encararla por lo que me aleje rápidamente una vez mas, recorriendo el laberinto de rosas.

Seguía tras de mí.

— ¡Deja de seguirme! — Exclamé ya harta, era un fastidió.

Sonrió escalofriante yo solo alcancé a volverme hacia ella haciéndole cara, ella era un poco mas baja que yo.

— ¿Como estas, eliz?

— ¿Que quieres? — Tosca y directa, ella río.

— Princesa por favor, ¿Que no puedo visitar a mi nueva amiga?

— No somos amigas.

Río falsamente moviendo su cabello castaño.

— Nuestras madres si.

— Eso no significa que tu y yo lo seamos, caroline.

— Tienes un rey y un príncipe que solo tienen ojos para ti, Eliz.

No lo entendía, Zus era el único al cual quería, no a ben. Él estaba pérdidamente enamorado de evie, como ella.

— ignorare lo que dijiste.

Ella chasqueo su lengua y movió su cabello al compás de su caminar firme, me miró con una sonrisa burlona para luego acercarse a mi oreja a susurrar de forma misteriosa.

— Ten cuidado, princesa. — Y desapareció, así nada más al igual que Zus.

En ese precisó momento mi mente me jugo sucio al ir directo a imágenes sin sentido a lo largo de mi vida pero lo que más llamo mi atención fue el hombre que se mostraba.

(...)

Desperté de golpe en mi habitación mi corazón martillaba muy fuerte en mi pecho y estaba sudorosa, mi respiración era un lío en lo que estudiaba a mi alrededor a oscuras, Mal dormía plácidamente ajena a mi pesadilla; Evie se había mudado a la habitación de Ben por recomendación de su novio, ella no quería dejarnos a la deriva por lo que tuvimos que obligarla a irse con él de todas maneras, luego seguía yo, yendo a la habitación de Zus y Mal seria asignada con otras compañeras de cuarto. Aunque ella no lo mostrará sabía que estaba triste de que sus mejores amigas la abandonarán pero se mostraba feliz por nuestros logros.

The Moons Curse→ Descendants.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora