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Han pasado dos días desde que me sacaron del orfanato, y la verdad que no está nada mal.

Creí que iban a matarme por cómo me sacaron de la habitación, pero no, la familia Park es bastante buena, solo tienen una mala reputación.

La primera noche que pasé en este lugar estuvo de maravilla, la casa es enorme, o quizás es una mansión. Mi habitación tiene todo lo que siempre quise, es enorme y me dan todo el amor que mi verdadera familia no pudo darme.

Extraño a mis amigos y a Minho, pero admito que estoy satisfecho con mi nueva familia. Espero que no se preocupen porque desaparecí de la nada, me hubiese despedido pero los Park estaban ansiosos por estar conmigo.

Esa noche fuimos a cenar a un restaurante bastante lujoso y comí todo lo que nunca probé.

Les escribí una pequeña carta a mis amigos para que sepan que estoy bien.

"Chicos... estoy bien :D
Por favor, no se preocupen por mí. La familia Park no es mala para nada, estoy muy feliz. Los extraño, espero poder visitarlos o que vengan a una pijamada algún día. Los quiero.
Con mucho amor, Lix."

Esperaba a que les llegue al orfanato, ojalá pudiese sacarlos de ese feo y triste lugar.

– ¿Felix?– Mi nueva madre pasó a mi habitación y me regaló una hermosa sonrisa– Ya está la comida, cariño, deberías bajar.

– Está bien, mam- ¡señora Park!– Sentí vergüenza al sentir confianza tan rápido.

– Puedes decirme mamá, hijo– Se acercó a mí y me tomó de la mano, es tan delicada y suave. Asentí y fuimos juntos a cenar.

Mi nuevo padre no demostraba mucho sus sentimientos, pero estaba feliz, o eso me decía mi madre.

Aún me pregunto qué pasó con los hijos que ellos tenían.

Cuando me enseñaron la casa no me dejaron pasar a dos de las habitaciones que eran de ellos, y respetaba esa decisión. Debió ser difícil perder a sus hijos, los entiendo.

Cuando mis nuevos padres se van a trabajar no sé qué hacer, hago un tour por toda la casa para dejar que pase el tiempo, o hablo con las sirvientas pero no son divertidas.

Es un poco triste no tener con quien hablar o jugar, esto se debe sentir ser hijo único, es aburrido. Pero no puedo pedir más, porque ya tengo una familia que sí me quiere.

Solamente quisiera que los chicos vengan a verme algún día.

orphanage of the stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora