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– ¿Están todos listos?– Pregunta Chan mientras agarra un bolso lleno de globos con pintura, algunos instrumentos para golpear en caso de que alguien los ataque, bengalas de humo y armas con pintura.

Obtuvieron todo gracias a Woojin.

– Claro que sí, ahora vamos rápido porque puede estar en peligro– Pasaron dos días de que Felix se fue y Minho no duerme desde entonces.

Todos estaban aterrados, pero Lee sentía que una parte de él se desvanecía.

Todos se apuraron y guardaron lo necesario en cada una de sus mochilas. Era de noche, así que buscaron la forma de escapar de ese lugar sin que nadie se entere.

– Retomemos el plan– Changbin se sentó en una de las camas y comenzó a hablar– Nos separaremos en tres grupos, Hyunjin y yo iremos solos y los demás se ponen de acuerdo– Los chicos lo escuchaban atentamente– Un grupo irá por atrás, otro por el costado de la casa y nosotros por adelante.

– Sí, y como no tenemos radios, estaremos en una llamada grupal con nuestro celular hasta acabar todo y recuperar a Felix– Hablaba Seungmin, quien estaba guardando un par de instrumentos más.

Asintieron y comenzaron una llamada.

Tenían muchísimo miedo de perder a un amigo, ellos no eran nada si les faltaba uno.

– Agarren todo lo que no quieran dejar en este lugar, porque no vamos a volver– Fue lo último que dijo Chan antes de abrir la puerta y encontrarse con su peor pesadilla.

– ¿Y a dónde van?– Apareció la hermana Kim con los brazos cruzados.

Todos se tornaron pálidos, no tenían un plan si esto pasaba. No sabían qué mentira decir si eran las tres de la madrugada y estaban a punto de salir con mochilas llenas de bombas de pintura.

– Íbamos a...– Jeongin se puso tan nervioso que no pudo terminar la frase.

– Jugar afuera, es una linda madrugada, ¿no cree?– Woojin siempre convencía a las monjas, pero se veía que a la que tenían delante suyo era complicado.

Todos sonrieron como niños indefensos, menos el líder.

– Vamos a rescatar a Felix de esas dos personas que le pagaron a usted por la vida de nuestro amigo– Su tono era como la de un soldado, pero la verdad era que estaba muriendo de miedo por dentro.

La hermana Kim comenzó a reírse y agarrarse la panza, mientras los demás no entendían nada.

Minho, harto del show que estaban armando, trató de pasar por al lado de la mujer pero esta lo paró, usando una pistola eléctrica.

– Nadie saldrá de este lugar.

Fue lo último que dijo antes de llevarse a Minho desmayado, junto con Chan, a quien también le dio con el arma.

orphanage of the stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora