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– Felix, te tengo una sorpresa– Su padre entró a su habitación mientras el australiano leía un libro.

Le tomó la mano a su hijo y caminaron por el corredor hasta llegar a la puerta, que usualmente tiene candado pero ahora estaba entreabierta, y vio al menor.

– No puedo entrar, no me lo permiten– Como siempre, le hace caso a lo que le dijeron sus padres en varias ocasiones y dio pasos hacia atrás, pero el hombre mayor lo acercó y lo tomó del cuello de la camisa floreada que tenía el pecoso.

– He dicho que te tengo una sorpresa, no discutas– Lo soltó haciéndolo tropezarse, pero se levantó de inmediato.

Abrió la puerta y vio a Minho sentado en la cama que estaba en medio de la habitación, tuvo demasiadas ganas de gritar, pero se contuvo.

– Él es Lee Minho, será tu novio a partir de ahora– El nombrado se dio vuelta y al ver al pecoso abrió los ojos como un plato.

– ¿D-De dónde viene?– Preguntó el menor, haciendo como si no lo conociera. Su novio lo vio con una expresión de confusión, pero entendió que debe fingir. 

Su padre le explicó que lo conocieron en un bar y que buscaban a alguien para tener una relación amorosa, aunque los tres de la habitación sabían que era mentira, lo entendieron.

– Señor Park– El pelinegro se levantó de la cama y caminó lentamente hacia Felix– Me dijo que su hijo era guapo pero no tanto– Se acercó sensualmente y se mordió el labio. Era un excelente conquistador.

El hombre los dejó solos, cerrando la puerta con llave detrás de sí para dejarlos solos.

Una vez que se escuchó la traba, se abrazaron muy fuerte y comenzaron a llorar de la felicidad, tristeza, angustia, preocupación, todo junto. Se besaron lo hicieron durante unos minutos, hasta que se sentaron a hablar.

– Todo esto es muy lindo pero puedes explicarme ¿qué haces aquí?– Felix estaba preocupado, no entendía nada y necesitaba una explicación.

Minho caminó hasta una ventana para tratar de abrirla, pero estaba cerrada, y por lo que se veía estaba bastante lejos del suelo.

El australiano no entendía y le agarró el brazo al mayor, quien estaba por entrar en pánico.

– Debemos irnos, rápido.

– ¿Por qué? ¿Cómo llegaste? ¿Y los chicos?– Hacía demasiadas preguntas y frustraba a Minho.

– Tus padres me compraron en el orfanato para ser tu novio, enamorarte y matarme así sufres y mueres de tristeza.

orphanage of the stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora