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La señora de la casa tomó su celular para sacarle una fotografía a los jóvenes debido a que estaban muy bien vestidos. Sonrieron y se tomaron de la mano para cruzar la puerta por primera vez después de unas largas semanas. No iban a volver antes de la una, porque no iban a volver.

– ¿Estás listo?–Minho tomó su mano con fuerza y esperó a que el menor le diga que sí para poder cruzar el gran portón que llevaba a la calle, una vez que asintió comenzaron a caminar en linea recta.

El lugar de encuentro estaba a unas quince cuadras, lo suficientemente lejos para que los Park no sepan sobre su escape.

Felix tomó las únicas cosas que quería con él; un anillo que su novio le regaló, una foto con todos sus amigos, su celular y un llavero hecho a mano por Jeongin.

Luego de unos veinte minutos a paso rápido, llegaron al punto de encuentro donde se suponían que deberían estar sus amigos.

– ¿Dónde están esos idiotas?– Minho quiso matarlos cuando salieron de un arbusto, asustándolos como si fuese un juego. 

Estaban en una plaza en el centro de la ciudad, era pequeña pero no había nadie allí.

– ¡Felix!– Los siete gritaron mientras corrieron a abrazarlo fuerte, repitiendo una y otra vez lo mucho que lo extrañaron.

– ¡Minho!– Gritó él mismo mientras se abrazaba solo, llamando la atención de sus amigos quienes se rieron y se unían los nueve en un solo abrazo.

– Bien, hora de irnos– Chan estaba feliz, por fin estaban todos juntos sin tener que trepar una ventana para verlos. Los golpes del australiano mayor se curaron gracias a unas técnicas que Woojin practicó en su nuevo trabajo.

Debían caminar unas treinta cuadras para llegar al apartamento donde todos se encontraban, fue gracias a Hyerim que lo consiguieron a un precio accesible y con habitaciones suficientes como para que entren todos.

Cuando cruzaron dos calles, una camioneta negra paró al lado de ellos, la ventanilla del vehículo bajó y mostró un arma, pero no la cara de la persona que la sostenía.

– ¡Corran!– Gritó el líder, empujando a todos para que sigan el camino en el que estaban yendo, pero él se quedó quieto en su lugar.

Se escuchó un disparo, pero no fue hacia él.

orphanage of the stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora