2

716 65 2
                                        

Mientras el "líder" del grupo, quien era el que más cuidaba a todos, hasta a Woojin, los demás se quedaron hablando.

– Felix, no puedes dejarme– Minho se levantó de su cama y se acercó al pequeño.

Eran casi novios, tuvieron varios encuentros con besos y caricias, pensaban en salir una vez que alguien los adopte y puedan escapar, parecían bandidos.

En realidad, ellos podían irse cuando quieran ya que la mayoría era mayor de edad. Pero su plan era que alguien adopte a dos de ellos, quienes iban a conseguir dinero suficiente para tener una casa temporal hasta que tengan un trabajo, pero nada salió bien hasta ahora.

Ya que la familia más demente y cínica de Corea adopta a Felix, si lo dejaban un día en esa casa, moriría. Por eso van a evitar que los papeles de adopción sean firmados.

La famosa y loca familia Park, que no tiene nada de familia, estaba compuesta por la señora Park Jihyo y Park Woojin, tenían tres hijos pero de un día al otro ya no se veían más. Los rumores decían que se suicidaron por tener tan malos padres, otros que ellos mismos los mataron y otros que se escaparon, pero nadie sabe la verdad.

Tenían mucho miedo de no ver nunca más a Felix.

– Parecemos egoístas no queriendo que te adopten– Habló Changbin desde su cama, que estaba al lado– Siempre quisiste una familia y lo aceptaríamos si tan solo ¡te adoptara una familia decente, mierda!– Gritó, golpeó todo objeto que veía enfrente suyo, hasta que Jeongin lo calmó.

– Tiene razón. Si tan solo fuesen buenas personas, podríamos ir a verte, pero no, tiene que adoptarte el peor dúo– Woojin estaba tan preocupado, al igual que todos, obviamente, pero él sentía que una parte de su alma se iría si algo le pasa al pecoso.

– Tal vez... no sean tan malos– El casi-adoptado necesitaba calmar a sus mayores, y menores, pero era imposible.

Estaban tan frustrados, si tan solo pudiesen romper una ventana y salir corriendo, lo harían, pero hay tantos obstáculos en medio.

– Admiro bastante tu optimismo, pero no trates de convencerte a ti mismo– Seungmin se sentó al lado suyo, Minho seguía sentado en cuclillas y sus lágrimas amenazaban con inundar la habitación.

Hablaron un rato más, esperaron a Chan, pero nunca regresó, ni siquiera a dormir.

Estaban más preocupados todavía, seguro lo llevaron al cuarto de castigo, nada era más horrible que estar en ese lugar frío y lleno de tristeza.

orphanage of the stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora