La extraña familia de al lado | Naruko y Sasuke

Episodio 7: "Nadie podrá dañarte, ni siquiera yo"

Las semanas pasaron, con el apoyo de su hermano y los hermanos Uchiha pudo superar esa situación. No le costó demasiado pues hace tiempo sentía que algo entre ellos no cuadraba del todo.

Sin embargo aún había personas que querían dañarla. Sakura estaba sedienta de venganza, gracias a ella había perdido al chico que tanto le había costado convencer, no estaba conciente de que el azabache jamás la quisó.
Se había aleado con Ino para burlarse de ella. A pesar de que intentaba que sus burlas no la afectarán, le dolía que se burlaran de cada cosa que hacían.

El acoso sobre su situación económica era de esperarse, los apodos como "Pobre" y "Niña de la calle" eran típicos, casi no le afectaban. Además su hermano la defendía de esas cosas, también Sasuke, pero eso no quería decir que pararán.

Al final del día terminaba agotada mentalmente por todo el acoso que resistía. Intentaba distraerse pasando tiempo con su familia y con su mejor amigo, quizás era lo único bueno que sucedía en su vida.

[...]

Era un sábado aburrido; Naruto había ido a reunirse con Kiba, Shikamaru y Chouji; Sus padres habían ido a tener una cita, lo cual aprobó totalmente, sentía que a veces sus padres no tenían tiempo para ellos; Y ella... Estaba sola en casa con Kurama, que no tenía ganas de nada.

Naruko: ¿Tienes ganas de pasear? - Miró a su cachorro con una sonrisa, al ver qué movía la cola con alegría supuso que si.

Comenzó a buscar la correa por toda la casa, tardó un largo rato pero logró encontrarla. Justo en ese momento escuchó el timbre sonar, acompañado de un lloriqueo del pequeño zorro, eso quería decir que no podrían pasear.

Dejo la correa en el sofá y se dirigió a abrir la puerta, Kurama la siguió de cerca. Cuando vieron a la persona detrás de inmediato la reconocieron, el "amargado número 2", Sasuke, se encontraba en la puerta.

Naruko: Hola - Una sonrisa se dibujo en su rostro. Escuchó como Kurama gruñía al azabache, estaba enojado por haber arruinado su paseo

Sasuke: Hola - Miró con el ceño fruncido al zorro que era sostenido por Naruko que le abría paso para que entre a la casa - Hoy está más gruñón de lo normal ¿A quien se parecerá? - Miró pícaramente a la rubia que lo fulminó con la mirada más irónica que salió de ella.

Naruko: Arruinaste su paseo

Sasuke: No hay problema, cambiate y lo paseamos juntos - Miró de arriba abajo a su amiga, que lucía su ropa de entre casa

Naruko: ¿Qué tiene mí ropa? - Su tono berrinchudo pudo derretir el corazón de un Uchiha, aunque no lo demostraría

Sasuke: Te ves ridícula usando siempre la misma ropa... - Sus ojos se cruzaron con los de la rubia en un intento por mantenerse en compostura, sólo lo hizo ponerse más nervioso. - Además hace frío.

Naruko: Sólo me cambiare porque hace frío - Se cruzó de brazos y subió hacía su cuarto, dejando en los brazos de Sasuke a la pequeña bestia que lo miraba con recelo, aunque Sasuke no se quedaba atrás.

Luego de unos pocos minutos, Naruko bajó lista para salir a pasear. Sin evitar pasar por "Sasuke el estilista" que aprobó su atuendo.

Caminaron por varías calles entre risas y bromas, no se podía negar la química que existía entre ellos, la gente los veía y creían que eran pareja.

La rubia se sonrojaba por el mínimo acercamiento del azabache, y el azabache se sonreía por cada risa y broma tonta que decía su amiga; Sin contar las veces que miraban sus labios e inconcientemente relamían los propios como señal de atracción; Aquel contacto visual que podían mantener por minutos sin cansarse, en silencio, sólo disfrutando de descifrar lo que ocultaban los ojos del contrario.