Aproximadamente 6 años habían pasado desde aquella promesa. Esa promesa que estaba durando a pesar de todas las dificultades que pasaban entre ellos.
Llevaban ya un par de años viviendo juntos; la convivencia no era fácil, pero hacían lo mejor que podían por mantenerse con calma y aceptar que ser tan opuestos los hacían chocar un poco. Las discusiones eran de esperarse entre ellos, pero jamás eran demasiado graves; el enojo duraba cuánto mucho un día y durante todo ese tiempo era difícil ignorarse así que jamás pasaba demasiado tiempo para que volvieran a arreglarse.
La relación con los padres de la Namikaze se mantenía igual. Siempre los apoyaban aunque les fue difícil aceptar que sus hijos se fueron de casa.
Y bueno, por fin se podía decir qué, tras un año de no tener mucho contacto con Fugaku y Mikoto, ya todo marchaba como antes. Estos habían recapacitado y al ver el estado actual de la pareja, agradecían eso.
Itachi estaba feliz en su relación con Shisui. Aún estaban planteándose la idea de adoptar aunque ya habían adoptado a un gato y lo amaban mucho, no era lo mismo.
Naruto, pues él estaba con Hinata. Hace tan sólo un año habían comenzado a salir, progresaban con lentitud.
Al fin todo era como antes. Y no había demasiado drama en sus vidas.
Naruko estudiaba para la carrera de policía y Sasuke se decidió por lo mismo pero mientras tanto trabajaría junto a su padre para poder obtener dinero y mantenerse. Naruko trabajaba en un supermercado para aportar algo también. No compartían tanto tiempo como antes pero tampoco era algo malo, puesto que eso los hacía valorarse y valorar cada segundo que estaban juntos.
[...]
Hoy era uno de esos días en los que ninguno de los dos se levantaba de humor para soportar al otro. Sasuke con su respectivo malhumor mañanero y Naruko con un repentino sentimiento de angustia que últimamente la invadía de vez en cuando. Sasuke no podía entender demasiado la histeria de su novia, por más que lo intentará era demasiado insoportable para él cuando no estaba de humor para soportar las cosas que de repente comenzaba a reclamar.
Sasuke: ¡Ya! ¡Has silencio un momento! ¡Hoy tengo por fin un día libre y lo único que haces es fastidiarme! - Golpeó la mesada alterado. No quería ser malo con ella, pero de verdad lo sacaba de sus casillas.
Por otro lado, Naruko veía las cosas diferentes. Sasuke no se esforzaba en lo más mínimo por pasar un rato con ella y esa mañana iba a reclamarlo. Lo hizo, pero el Uchiha no estaba de humor para hablar de esas cosas en aquel momento. La desesperaba que a veces solo pensará en el mismo y eso desató una discusión en la que ella termino llorando. Maldecia lo sentimental que estaba esos últimos días, no le gustaba llorar cuando discutían pues sentía que daba pena y no quería dar esa impresión. Por su mismo sentimentalismo en los últimos días fue que se desarrollaban más seguido las peleas.
Naruko: ¡Pues si te fastidia lárgate! - Su cabeza dolía y no paraba de dar vueltas, quizás era por el estrés de la discusión y el dolor de cabeza que provocaba el llanto. Sintió sus tripas revolverse y como poco a poco la comida del desayuno iba a salir. Salió corriendo al baño, dejando al Uchiha con las palabras en la boca.
Miró extrañado por la dirección en la que se fue la rubia y la escuchó vomitar. Se acercó con preocupación y el ceño fruncido; la puerta del baño estaba abierta así que pudo ver a la rubia arrodillada junto al retrete vomitando.
Sasuke: ¿Estás bien? - No pudo ocultar su preocupación.
Naruko: ¡Largo! - Gritó mientras golpeaba la puerta con su pie para que se cerrará en su cara. La escuchó volver a vomitar pero no insistió en hablarle, iba a dejar que las cosas se calmarán por hoy. Fue al cuarto, tomó un abrigo, su teléfono y billetera y salió de la casa azotando la puerta.
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La extraña familia de al lado | Naruko y Sasuke
Short StoryUna nueva familia llega al vecindario Konoha, Unos 3 rubios y una Pelirroja intentarán adaptarse a este nuevo lugar.