La extraña familia de al lado | Naruko y Sasuke

Episodio 17: "Todos se están marchando..."

Llevaban caminando horas, la única luz que tenían era la de la luna que pasaba entre los árboles, y las linternas que habían llevado con ellos.

Estaban callados. Naruko iba delante mientras llamaba a Kurama múltiples veces. Sasuke sólo alumbraba el camino y estaba atentó a qué la chica no se cayera con la nieve y el hielo que estaba por todas partes.

El frío transpasaba la abrigada ropa, sentían que morirían de frío si no encontraban rápido al pequeño zorro.

El ruido del viento chocando contra los árboles que hacían caer sus ramas gracias a la cantidad de nieve sobre ellos no ayudaba al ambiente, estaban alerta, asustados.. no sabían si animales salvajes habitaban en ese bosque, ni siquiera sabían si la mascota de la Namikaze estaba allí.

Naruko: ¡Kurama! - Gritaba mientras el aire frío de afuera chocaba contra sus inalaciones tibias, echando vapor al salir de su boca. Sus labios se congelaban y sentía que de tanto gritar estaba quedándose afónica, o quizás era la helada que comenzaba hacer efecto en ella.

Sasuke: Deja de gritar, podrías provocar una avalancha... - Era distante como siempre, intentaba no demostrar que el frío carcomía su cuerpo bien abrigado.

De repente una rama cayó frente a ella haciéndola retroceder rápidamente y atemorizada, sin notar la roca congelada que piso; resbaló y cayó de trasero al suelo. A pesar de haber intentado llegar a su lado y capturarla antes de tocar el suelo, la nieve que enterraba sus pies varios centímetros a bajo, no se lo permitió. Le ofreció la mano para qué se levantará, pero la rubia, aún enfadada, no iba a permitirse tocarlo.

Se levantó por su cuenta y continuó caminando, dejando a un Sasuke totalmente indignado; para él había sido un comportamiento muy infantil de parte de la de ojos celestes, sin embargo no hizo más que fruncir el ceño y aceptar que de cierto modo se lo merecía, pero era cierto que no era momento para estar enfadados.

Sasuke: - Escuchó un ruido entre unos arbustos delante de la Namikaze, se alertó, pero esta parecía ni notarlo - ¡Detente! - Corrió delante de ella, frenandola con su brazo, y miró hacía todos lados. Sólo recibió una mirada de confusión de la chica que iba responder de forma brusca corriendo su brazo, cuando algo saltó de los arbustos.

Ambos corrieron hacía otro extremo, intentando ver qué era lo que los acechaba; mientras Sasuke intentaba agarrar una rama gruesa con la cual defenderse, Naruko alumbró hacia lo que les gruñía desde la oscuridad. Unos dientes grandes brillaron con la luz de la linterna, aquellos colmillos atemorizaban a cualquier humano que se los encontrará. Aquel animal era un Lobo, y al parecer estaba hambriento.

Naruko: (¡Se dice que los lobos no suelen atacar, son mamíferos de grupo y bastante tímidos! ¡este está solo...! ¡Y parece tener hambre...!) - El lobo comenzó a correr hacía ellos y la respiración comenzó a acelerarse mientras retrocedía intentando llamar la atención del azabache - ¡Sasuke! - Grito cuando el lobo saltó a atacarlos, pero este aún intentaba romper la rama.

[Mientras tanto en la mansión]

Kushina: ¿Cómo puede ser que no estén en ningún lado? Espero no hayan hecho alguna locura... - Se abrazó a su esposo buscando consuelo.

Hace rato habían comenzado a buscarlos y no los encontraban por ningún lado

Naruto: - Estaba sentado en el sofá, intentando ocultar su cara entre su cabello. Apoyaba sus codos sobre sus piernas y la cabeza sobre sus manos pensatibamente, intentando calmar su temor - Primero Kurama y ahora Naruko... Todos se están marchando - Habló en voz baja con los dientes presionados

Mebuki: Quizás la tal Naruko se llevó por mal camino al pequeño Sasuke... - Dijo jugando con su cabello como si lo que acabará de decir no era molesto