Capítulo 3

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Tras horas dormido, el pequeño se levantó a la hora de comer justo para después volver a clase. Llegó frotándose los ojos con una mano mientras agarraba su manta con la otra, cosa que a Morena le llenó el alma.

- ¡AY MI HERMANITO!

Tras un bostezo, fue corriendo riéndose a donde su hermana y saltó encima de ella.

- Vamos a comer ¿vale?
- ¡SÍ!
- ¡Luego volvemos a clase!

En la comida, tras ayudarle a comer y enseñarle a sentarse bien de nuevo fueron al colegio, donde de un abrazo agarró a su amigo.

- ¡LUKE!
- ¡JAJAJAJAJA! ¡HOLA HAN!
- ¡Bueno bueno hermanito! ¡tienes un nuevo amigo! ¡jajajajajajajaja!
- Bueno "hermanos", ¡vamos a clase!

Los mellizos y los dos hermanos entraron a clase, donde Han no paraba quieto de la emoción.

- ¡MUY BIEN HAN! ¡JAJAJAJAJAJA!
- ¡Para quieto hermanito! ¡te vas a agotar! ¡jajajajajajajaja!
- ¿A mami y papi les va a gustar?

Eso le tocó muy dentro, que su hermano se emocionara por pensar que sus padres estarían orgullosos de él por primera vez era muy triste.

- S... sí, ¡claro que sí!
- ¡BIEN!

Antes de salir de clase, Han fue corriendo a donde la profesora para susurrarle al oído...

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS MORENA! ¡NO NOS HABÍAS DICHO NADA!
- Ah, bueno, no sabía que queríais felicitarme, Han tardaba mucho en gritarlo. ¡Jajajajajajajajajaja!

Tras un rato con los amigos y la profesora, fueron a casa donde esta vez Morena calló rendida. Dormida, su hermano le dejó el regalo que tanto le había costado hacer. Antes de irse, le susurró a la oreja...

- Feliz cumpleaños hermanita.

Le dió un beso en la mejilla y cerró la puerta de su habitación justo cuando Morena sonrió y se despertó para abrirlo. Era una pulsera hecha a mano, y aunque fuera una muy muy simple joya barata le encantó tanto que salió a por su hermano, lástima que lo encontró llorando en una esquina mientras sus padres le regañaban, ya habían llegado.

- ¿Qué pasa?
- ¡CIELO! No, no te pongas esto, menudo horror de pulsera te ha hecho... Toma preciosidad, ¡una pulsera de joyas para la mejor niña de la galaxia!
- ¡CUANDO ENTENDERÉIS QUE HAN TAMBIÉN ES VUESTRO HIJO! Ven hermanito, a mí me encanta tu pulsera.
- Voy a la cama...

Corriendo, se fue a la cama llorando y cerró la puerta de su habitación.

- Papás, a Han le cuesta hacer todo, a la hora de concentrarse sabéis que le tiembla el pulso. Por favor mamá, papá, estoy segura de que esta pulsera le ha llevado una eternidad. No, no me la pienso quitar, es más, ¡mañana la voy a enseñar a toda la clase!

Alegre, se fue a su cuarto donde escuchó la bronca de sus padres a su hermano por regalarle la pulsera.

- ¡Y ÚLTIMA VEZ QUE INTENTAS HACER ALGO Y LE REGALAS ESO A TU HERMANA!

Pasó un tiempo, y cuando salieron del cuarto para irse a dormir fue corriendo a donde su hermano para consolarle. Le abrazó y durmió con él para que no se sintiera solo, donde se dió cuenta que había empeorado.

El niño de mi clase - Han SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora